El Mundial de Fórmula 1 podría empezar a ponerse más interesante este fin de semana durante el Gran Premio de China, el tercero del año, al menos a juzgar por los entrenamientos libres de ayer, en los que, tras dominar los Mercedes durante la mañana, ambos Ferraris les superaron por la tarde.

Entretanto, el bicampeón mundial español Fernando Alonso (McLaren) se puso también por primera vez al volante de su MP4-31 desde su accidente de marzo en Australia, de donde salió con su novena costilla izquierda rota y un neurotórax, lo que hasta el jueves se temía que pudiera dañarle un pulmón de sufrir otro impacto.

El asturiano, que se había perdido Baréin por ese motivo (aunque viajó para intentarlo y estuvo presente en boxes ), había recibido en la noche del jueves un visto bueno provisional de los médicos del torneo de Shanghái por el que le autorizaban a correr en la primera práctica libre de ayer, a condición de ser examinado de nuevo después.

Tras hacerlo así y superar también ese segundo chequeo, Alonso recibió finalmente luz verde para correr todo el resto del fin de semana, aunque con instrucciones estrictas de detenerse inmediatamente en caso de sentir cualquier síntoma fuera de lo normal, y de someterse a un nuevo examen médico si se da ese caso.

El español, que marcó el duodécimo mejor tiempo en la sesión matutina y el undécimo en la vespertina, admitió que estuvo corriendo con ciertos dolores soportables: "De cara al domingo creo que no habrá ningún problema, pero cada vez que hay algún bache, un bordillo o algo, cierro un poquito los ojos", reconoció.

De hecho, el circuito de Shanghái podría parecer diseñado para poner su herida a prueba, con sus interminables curvas 2 y 3 hacia la derecha, que se recorren en unos 9 segundos, por lo que la inercia del coche empuja al piloto a apoyarse sobre el costado izquierdo, justo a la altura de la fractura de Alonso.

"Una vez que estás en el coche, la adrenalina, la emoción y las ganas de correr te hacen olvidarte un poco del dolor. No creo que haya ningún problema en ese sentido", aseguró.

Mientras Alonso se preparaba así para regresar a la competición, tras más de tres semanas de impaciente recuperación, y su compatriota Carlos Sainz (Toro Rosso) era ayer el iberoamericano con mejores resultados (séptimo por la mañana y octavo por la tarde), una ajustada batalla empezaba a anunciarse en lo alto de la tabla que podría tener continuidad hoy y mañana entre los Ferreri y los Mercedes.