Esta vez no se repetirá la final de los últimos cuatro años en Barcelona entre Rafael Nadal y David Ferrer. El tenista alicantino se despidió ayer del torneo, en el día de su debut. El ruso Dmitri Tursunov, número 66 mundial y clasificado de la fase previa, se encargó de frustrar un clásico al ganarle por 7-5, 3-6 y 6-1. Una derrota inesperada y un duro golpe para el torneo, que pierde a su primer cabeza de serie. No falló Nadal, que debutó ante el argentino Carlos Berlocq (número 63 mundial) por 6-4 y 6-2. Un rival incómodo, peleón, que ya le arrebató un set hace unas semanas.