La amazona española Beatriz Ferret-Salat sumó ayer la medalla de bronce del concurso individual de doma a la plata que había obtenido por equipos, y que suponen el mejor resultado de España en una disciplina dominada por jinetes del centro y el norte del continente europeo.

La extraordinaria cosecha de la española a lomos de su inseparable "Beauvalais" encumbra a una disciplina de la que el deporte español no estaba acostumbrado a nutrirse de medallas hasta ahora. Con sus dos preseas, Ferrer-Salat pasará a la historia como una pionera de la doma en España.

La suya es una aventura de obstinación, la que tuvo Ferrer-Salat para entrar en el Olimpo de la doma junto a "Beauvalais", un caballo de raza alemana en el que sólo ella creía cuando lo compró para ganar torneos.

"Desde el primer día que lo monté conectamos perfectamente. Es un ´crack´, pero hay que saber interpretarlo", afirmó Ferrer-Salat, emocionada con su segunda medalla que le hizo derramar unas lágrimas en el podium del centro olímpico de hípica de Markopoulo, a las afueras de Atenas.

El seleccionador español de doma, Jean Bemelmans, mostró su satisfacción por el cómputo general del equipo español en Atenas y destacó además las actuaciones de los otros dos jinetes hispanos. Rafael Soto, con "Invasor", y Juan Antonio Jiménez, con "Guizo", terminaron en octavo y duodécimo lugar.