En Cáceres y, en general en el baloncesto español, están acostumbrados a que los jugadores norteamericanos se descuelguen con excentricidades o incluso alguna espantada . Sin embargo, pocas veces se ha dado un caso tan extremo con el de Tabitha Pool, que llegó al Femenino Cáceres 2016 el pasado martes y decidió que quería volver a su país el viernes, dejando a su efímero equipo en una situación complicada: su incorporación entre billetes de avión, pase internacional y licencia federativa había costado más de 3.000 euros que ahora el club --modesto en lo económico al máximo-- intenta recuperar como sea.

Pool --con un notable currículum universitario y que llegó a debutar en la WNBA, la NBA femenina-- alegó jet-lag , falta de adaptación, que tenía frío, que vomitaba todo lo que comía, que había olvidado unas medicinas importantes en EEUU, que echaba de menos a su familia y a su novio... Un rosario de quejas que, sin embargo, no hacía prever tan drástico desenlace.

"Pese a todo, nos había impresionado en los entrenamientos. Se veía que era una jugadora que podía ayudarnos mucho, una crack ", cuenta el gerente del Femenino Cáceres 2016, Quini Carrasco. Ahora su batalla será pedir una compensación al agente de la jugadora, Fran García --curiosamente, entrenador del club hace tres temporadas-- e intentar recuperar los 2.000 euros pagados por su licencia de extranjera a la Federación Española, pese a que nunca llegó a debutar.

"Ya hemos hecho las primeras gestiones y nuestra esperanza es que, si al menos no se nos devuelven los 2.000 euros, sí se queden ahí en depósito para cubrir posibles gestiones futuras", afirma Carrasco, molesto con la situación crea pero "optimista" ante el bache de juego y resultados del equipo, que perdió en Guadalajara el domingo por 89-47. Pese a la pésima experiencia con Tabitha Pool, el club sigue buscando foránea.