Había una cierta sensación de decepción en Diego Lancho, el presidente y gran impulsor del Moto Club Las Arenas, mientras se disputaba la última manga del Campeonato de España de motocross, ayer por la mañana en el circuito de Malpartida de Cáceres. Este loco del ruido, el polvo y la gasolina hacía cuentas mentalmente y, mirando a su alrededor y consultando con su gente de taquilla, confirmaba que había menos público que en otras citas.

Unas 2.000 personas. La cifra puede resultar floja teniendo en cuenta que otros años ha habido prácticamente el doble de aficionados. Y seguramente en esta edición haya pérdidas económicas, al igual que en las anteriores se consiguió cubrir gastos. Pero Lancho no debería perder la perspectiva y darse cuenta de que muy pocos eventos deportivos en la región reúnen a dos millares de aficionados.

"Creo que han venido los fijos, los que no nos fallan nunca", afirmaba, buscando explicaciones en por qué, pese a un día de sol radiante y unas carreras de altísima calidad, los no habituales, casi los oportunistas, habían fallado esta vez. "Puede ser el Womad. Mucha gente ha estado más en ello y quizás no le haya cuadrado venir esta mañana", indicaba. La parte final del campeonato también coincidía con el inicio del Gran Premio de España de Fórmula 1. Y no pudo competir, por lesión, la gran estrella del motocross cacereño, David García, que también atrae a su propia troupe .

EL FUTURO El resbalón más o menos doloroso de ayer no tendría que dañar a una cita que, en sí, goza de muy buena salud en lo que es su sexta edición consecutiva: solamente hay que apreciar el apoyo de los patrocinadores públicos y privados y la devoción con la que los fijos disfrutan de cuatro horas de carreras con lo mejor a nivel nacional sobre la arena. El recinto está cuidadísimo y no ha dejado de mejorar desde su reapertura.

Los grandes dominadores fueron los esperados. En la categoría reina de MX1, José Antonio Butrón (KTM) estuvo por delante desde el inicio, impusiendo una dictadura que tiene pinta de extender durante el resto del campeonato. Alvaro Lozano (Yamaha) hizo lo que pudo con muchos dolores en un hombro, pero llegó a casi un minuto y medio y bastante hizo con conservar su segundo puesto ante el acoso de Joan Cros (Suzuki).

Mientras tanto, en MX2, la división donde las promesas intentan despuntar buscando un puesto en MX1, el triunfo correspondió a Ander Valentín (Yamaha). Fue esta una carrera mucho más emocionante que la de sus superiores. Valentín estuvo casi codo con codo durante muchas vueltas con Iker Larrañaga (Kawasaki) y la diferencia final entre ambos en meta fue únicamente de cinco segundos. Se prevé que el campeonato nacional de MX2 sea muy reñido, a juzgar por lo sucedido en el circuito malpartideño.

LEYENDA EN FORMA Otro estímulo de la matinal era poder ver en acción a uno de los mitos del motocross nacional, Francisco Javier García Vico, excampeón de España, además de exsubcampeón del mundo. Aunque mantiene una forma envidiable, prefiere correr en la categoría Master 35 reservada para los mayores de esta edad. Al mando de una Honda mostró un gran dominio de la situación y se llevó las dos mangas ante la impotencia de sus oponentes.

Mezclados con ellos también corrieron los Master 40. Alfred Camps se llevó el gato al agua en dos ocasiones, lo que le otorga el liderato de la Copa de España en detrimento del extremeño Juan Carlos Ferrera, perjudicado por una mala segunda manga.

Como fin de fiesta, los mejores de MX1 y MX2 completaron, mezclados, una prueba de exhibición que no computaba para sus respectivos campeonatos. Esa Superfinal, como se vino a denominar, también se la anotó Butrón por delante de Lozano.

El público salió satisfecho. Ahora solo resta que, los que faltaron ayer, no vuelvan a darle la espalda a un espectáculo único en Extremadura.