Tras los fastos, el glamur y el reconocimiento unánime vividos en la gala por el Balón de Oro de Zúrich, el Barça volvió ayer a la realidad del día a día, un tránsito que a Pep Guardiola se le ha hecho muy largo --"llevábamos casi dos meses hablando del Balón de Oro", dijo ayer cansado el técnico--, obsesionado como anda en que el equipo no se descentre y acabe acusando tanto elogio. Por eso Pep esperaba ansioso el día de ayer. Pasada la fiesta que coronó de nuevo a Messi como el mejor jugador del mundo, reinició los entrenamientos cara al partido de hoy ante el Betis en el Camp Nou, la ida de los cuartos de final de Copa (22.00 horas, La Sexta). El líder de Segunda llega sin nada que perder ante su homólogo de Primera, que deberá guardar el esmoquin en el armario y colocarse de nuevo el mono de trabajo. La Copa es el torneo de los sustos y, como dice Guardiola, aquí nadie regala nada.

Sin embargo, al técnico le costó mucho hablar del Betis. De hecho, apenas dijo nada. La gala de la FIFA centró de nuevo el interés durante su comparecencia ante los medios. Tal ha sido el ajetreo, que admitió que apenas ha tenido tiempo de pensar en el rival. "Estos días han sido muy largos. Mañana por hoy pensaremos en el equipo", dijo el técnico, que explicó que ha echado mano de los informes de Luis Enrique sobre el equipo andaluz. "Juega muy bien al fútbol", valoró.

MOTIVO DE ALEGRIA Lo que sí apuntó es que Messi, Iniesta y Xavi ofreceran hoy el Balón de Oro a la afición. Un premio que ha llenado de orgullo al barcelonismo pero que lejos del Camp Nou ha creado mucha polémica, pues se consideraba que este era el año de los futbolistas españoles. "¿Que están tristes en Fuentealbilla? Tienen a un jugador que ha nacido en esa bendita tierra que es el segundo mejor del mundo. Tendrían que estar tirando cohetes, igual que en Terrassa. Tienen a dos jugadores entre los tres mejores del mundo", exclamó Pep cuando le preguntaron por la decepción vivida en los pueblos de Iniesta y Xavi, seguramente más en el primero que en el segundo, desde luego. También hizo una reflexión al aficionado que se haya sentido molesto por que ningún jugador de la selección española haya ganado el galardón. "Les diría que tienen que estar más que orgullosos de que siete jugadores nacidos en España estén en el once del año de la FIFA. España es campeona del mundo y Del Bosque, también. Esto es lo importante. Lo demás son 400 personas que dan su voto y ante eso no se puede hacer nada", agregó para desmontar una nueva teoría de la conspiración.

A Guardiola tampoco le preocupa que el triunfo de Messi desate una guerra de celos en el vestuario. "Conociendo como conozco a Xavi e Iniesta, no lo creo. Se quieren mucho, se respetan y saben que juntos son mejores que individualmente. Los tres están muy contentos", dijo Guardiola, que volvió a afirmar que "Leo es el mejor del mundo" para defender que el argentino ha ganado por méritos propios y con toda justicia. "¿Que Messi ha robado el premio? Messi nos da mucho. Aquí nadie se ha apropiado de nada".

PROBLEMAS CON EL SOBRE También tuvo que justificar su semblante serio en el momento de dar el premio a Messi. "Soy muy profesional y solo hice lo que me pidieron", dijo irónico. "Lo que pasa es que no encontraba el nombre", agregó.

Guardiola reiteró que saliera quien saliera, todo el barcelonismo ganaba. "Es un éxito fantástico para el club. Estamos muy felices por ellos tres y por toda la gente que ha hecho posible llegar hasta aquí. Y ellos están muy contentos con el club", agregó.

Por su parte, el Betis viaja a Barcelona con la intención de lograr una proeza en el Camp Nou, estadio que le fue favorable hace diecisiete años (1994) con gol de Juanito en la misma competición y en la misma ronda copera. El equipo que dirige el madrileño Pepe Mel llega al partido con el ánimo "por las nubes" después de eliminar a dos "primeras", Zaragoza y Getafe, en ambos casos tras remontar resultados en sus visitas a La Romareda y el Coliseum Alfonso Pérez.

Los béticos también pretenden aferrarse anímicamente a sus cuatro eliminatorias a favor, de las ocho que han disputado con los azulgranas.