Indudablemente han hecho historia. Nunca antes el Villanovense había sido campeón de la Tercera División Extremeña, y nunca antes la afición se había volcado con el equipo como lo hizo el domingo, con un espectacular lleno total que superó las mejores expectativas, con la notable ausencia del alcalde. Y no era para menos. El equipo prometía desde la primera jornada, aquella en la que una alineación indebida de Edu Jurado, sin evidente mala fe, les arrebataba tres puntos. Pero no les hizo falta, el trabajo bien hecho y el buen hacer del equipo en los campos de fútbol propios y ajenos ha hecho realidad el sueño de volver a Segunda B.

Era el momento de regresar a la categoría de bronce del fútbol español. Tenían un pie dentro desde el empate a cero que se trajeron del partido de ida ante el Motril. Pero nadie, ni directiva, ni cuerpo técnico ni jugadores querían hablar de un posible ascenso. Era como tentar a la suerte. Sin embargo la marea verdiblanca, confiaba en su equipo y no les fallaron.

Noche de fiesta

La euforia se desató apenas el árbitro pitó el final de encuentro, cuando cientos de aficionados saltaron al campo de juego, uniéndose en abrazos, gritos y besos con los jugadores. Ya eran equipo de Segunda.

La duda de dónde se celebraría se disipó inmediatamente y la fuente donde festejaron el ascenso hace tres temporadas, la de la Sirena, dejó paso a la recientemente inaugurada de la Plaza de Maura.

Ni un alfiler, no había un hueco libre ni en la fuente ni en la plaza, cortada al tráfico. Jugadores y afición se metieron literalmente en la fuente. A los gritos de ¡Campeones, campeones! se unían algunos de recuerdos no gratos a Cachola, por los asuntos extradeportivos en los que el Villanovense nunca ha querido entrar. Preferían hablar en el terreno de juego.

La fiesta no acabó en la fuente, no para los jugadores, que empapados y eufóricos volvieran al estadio en el autobús que los había llevado al centro de Villanueva, con sus aficionados. Tenían que arreglarse para la fiesta que, de manera más familiar, les esperaba con la cena que la directiva les había organizado. Fue en el bar La Oficina, qunde la afición verdiblanca se había concentrado al mediodía para ir calentando el ambiente. Y duró, hasta altas horas de la madrugada.

Ahora la directiva trabaja ya en el aspecto técnico, con una primera reunión mantenida ayer, como explicó ayer el presidente, Tomás Cordero, a este diario. Entre hoy y mañana hablarán con el entrenador para saber sus condiciones y si son asumibles por el club.