La tremenda polémica generada tras los graves errores arbitrales en los partidos de octavos de final de ayer ha traído las primeras consecuencias. La FIFA ha decidido impedir la repetición de las jugadas polémicas durante los partidos. Hasta ayer, en todos los encuentros se podían comprobar las jugadas en las pantallas gigantes de los estadios, aunque la normativa no permite cambios en el transcurso del juego. El escándalo generado por el gol no concedido a Lampard y el clamoroso fuera de juego en el primer tanto de Argentina ha llevado a la FIFA tomar esta medida.

Por otro lado, el organismo dirigido por Sepp Blatter se ha negado a comentar las decisiones de los colegiados, el uruguayo Jorge Larrionda, que no dio validez al tanto inglés, y el italiano Roberto Rosetti, que hundió a los mexicanos. "La FIFA no comenta las decisiones arbitrales, y el tema de la introducción de las nuevas tecnologías es competencia exclusiva de la IFAB (International Football Associations Board), que en mayo pasado ya se mostró contraria", ha explicado el portavoz de la FIFA, Nicolas Maingot, en un ambiente de tensión.

Acciones conflictivas

En su reunión anual, previa al Mundial, el organismo encargado de las reglas de juego descartó nuevamente el uso de las nuevas tecnologías en el arbitraje. "Se tomarán medidas para que no vuelva a ocurrir, pero este no es el foro adecuado", ha afirmado Jermain Craig, portavoz del Comité Organizador, enfadado por las continuas repeticiones del fuera de juego de Tévez en el estadio Soccer City. "Una de las instrucciones que les dimos a los responsables del programa de entretenimiento que se ofrece por las pantallas es que se podían repetir jugadas, pero no acciones conflictivas. Lo de ayer fue un error. Seremos más estrictos para que no se repita".

Ante las continuas preguntas de los medios británicos, Craig insistió en trasladar la responsabilidad a la IFAB y justificó la prohibición de las jugadas conflictivos en los estadios como una "medida de seguridad". Puede que en el futuro se tome una decisión más drástica, pero por ahora el fútbol continuará sin utilizar las nuevas tecnologías, que sí se aprovechan, por ejemplo, en el tenis (ojo del halcón) y el baloncesto (la NBA utiliza el vídeo para resolver la jugadas más conflictivas).