El centrocampista portugués y jugador del Real Madrid Luis Figo es una de las figuras de la selección lusa, a la que ha llevado con su calidad y garra a la disputa de su primera final de una Eurocopa, con la que podría rehabilitar la mala temporada en el club madridista.

Figo ha asumido su condición de alma de la selección lusa y símbolo de un país y se echa sin problemas la responsabilidad de jugar una final sobre sus espaldas, no en vano ha jugado varias en el Real Madrid, con resultado dispar.

Durante el torneo la cara de Figo ha reflejado el carácter guerrero que ha pedido Scolari a sus hombres a lo largo de la Eurocopa. Semblante serio, máxima concentración, entrega absoluta y pocas concesiones risueñas a la galería han marcado la totalidad de sus presencias en la banda derecha de la selección lusa.

Si Figo consigue levantar el trofeo de los ganadores de la Eurocopa habrá logrado lavar la cara a una temporada en la que su club no logró ninguno de sus objetivos previstos, ni Liga, ni Copa ni Liga de Campeones.

Luis Figo comenzó en su ciudad natal, Almada, una carrera meteórica que le condujo al Sporting de Lisboa, al Barcelona y al Madrid.

El mejor por la derecha

En el Barcelona obtuvo su confirmación internacional y en cinco temporadas sumó 31 goles y llegó a ser considerado mejor extremo derecho del mundo. En 2000, Florentino Pérez ganó las elecciones a la presidencia del Real Madrid y con su triunfo en las urnas Luis Figo se vistió de blanco.

En el Real Madrid acompañó una etapa dorada merengue y sólo tuvo que pasar una campaña para participar en la conquista de la tercera Liga de Campeones de los últimos años, la de 2001-2002.

El centrocampista sigue demostrando con regularidad a pesar de su edad y una depurada calidad técnica, en la que destacan sus pases desde la banda derecha. Ganar la Eurocopa le supondría culminar con su selección una trayectoria espléndida y olvidar una nefasta temporada en Madrid.