Por fin. El Cáceres Destino Turístico recibirá en breves horas la subvención del ayuntamiento y acabará así con más de tres meses de impagos a jugadores y personal del club. El convenio se firmará mañana mismo en el Palacio de la Isla tras el pleno extraordinario de ayer, en el que también se rechazó la solicitud por parte de Izquierda Unida de una comisión de investigación sobre la actuación del gobierno municipal en la crisis de la entidad verdinegra.

Los 360.000 euros (60 millones de pesetas) consignados por el consistorio para el presente año llegarán finalmente al Cáceres. El ayuntamiento ha conseguido finalmente que los empresarios que habían adelantado esa cantidad el pasado verano para que formalizar la inscripción en la Liga LEB renuncien a ella.

POLEMICA La solución se explicita en medio de una considerable tormenta política escenificada ayer en el propio ayuntamiento. El pleno tuvo momentos de tensión entre las fuerzas políticas. El alcalde, José María Saponi (PP), defendió la actuación de sus concejales y la calificó de "impecable". Los votos de su grupo bastaron para echar atrás la propuesta de Víctor Casco (IU) para que se investigase lo que calificó como "irregularidades muy graves", como el hecho de que el Cáceres haya utilizado una cuenta corriente a nombre del concejal popular Felipe Vela o que fuese la empresa de éste, Auren, la que le realizó una auditoría. Según Casco, Saponi no justificó ninguna de estas cuestiones, afirmando que el alcalde "ha mentido a sabiendas".

"El Cáceres nunca ha estado tan politizado", terció la portavoz del grupo socialista, Carmen Heras, que apoyó la iniciativa de IU. Mientras, su homólogo popular, Andrés Nevado, consideró "limpia, clara y transparente" la actuación del ayuntamiento y calificó de "injuriosas e indignas" las acusaciones de IU.

¿Y AHORA? Sea como fuere, el dinero va a liberarse para terminar con una situación que ha llevado a Cáceres de nuevo a ser más noticia por lo extradeportivo que por lo que pasaba en la cancha. El anterior presidente, Juan Francisco Luis, dimitió y cuatro jugadores han abandonado el equipo durante los últimos meses por las reiteradas faltas de cumplimiento en el plano económico. El club recibe un enorme respiro, aunque su reconstrucción no está ni mucho menos terminada, ya que ni siquiera tiene junta directiva y funciona gracias al funcionamiento bajo mínimos coordinado por el gerente, Julio Espino, y el nuevo máximo responsable de la Fundación Cáceres, Teodoro Casado. Este tiene la responsabilidad de buscar presidente para el club y es una tarea que se está demorando, aunque resulta evidente que la consecución de liquidez la puede facilitar.

Los 360.000 euros serán empleados en su mayor parte en pagar las nóminas de jugadores, técnicos y empleados, aunque también se arrastran otras deudas con proveedores y agentes, además de una situación que podría tornarse conflictiva con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria. Sin estar al día con estos organismos públicos no se puede aspirar a las otras subvenciones a las que aspira al Cáceres y que le confirmarían poder terminar la temporada sin más agobios. Se piensan recibir al menos 72.000 euros de la Diputación de Cáceres (12 millones de pesetas) y una cantidad por determinar (alrededor de 60.000 euros, 10 millones de pesetas) de la Junta de Extremadura.