Cáceres 2016 - 81: Perico Sala (13), Francis Sánchez (12), Lucio Angulo (16), Randy Holcomb (2), Drew Naymick (11) --cinco inicial-- Juan Sanguino (4), Gio Dedas (6), Alex González (0), Diego Guaita (4), Xavi Forcada (11), Carlos Cherry (2).

La Palma - 71: Matías Ibarra (5), Josemi García (6), Luis Gruber (6), David Padgett (6), Juan Palacios (6) --cinco inicial-- Joaquín Bonhome (13), Sergio Olmos (6), Jan Orfila (2), Sebas Arrocha (16), Raúl Mena (5).

Marcador por cuartos: 23-22, 46-37, 64-51 y 81-71.

Arbitros: Calatrava y Carpallo. Sin Eliminados.

Incidencias: Decimoséptima jornada de la Liga LEB Oro, última de la primera vuelta. 2.300 espectadores en el Pabellón Ciudad de Cáceres.

El Cáceres 2016 empieza a gustarse. Tampoco mucho, eh. Los cohetes deben seguir en el almacén, pero hay síntomas de luz al final del túnel, brotes verdes. Por una vez, el oponente, aunque derrotado, no se le subió a las barbas al equipo de Gustavo Aranzana. La Palma se entregó sin condiciones (81-71) ante un equipo que si bien no se puede considerar del todo resucitado, sí está en condiciones de alentar la esperanza, de arreglar la temporada.

El triunfo sabe un poco mejor que los anteriores de la nueva etapa por su cariz global, porque el Cáceres ganó tirando un poquito de allí y poquito de allá, un rato de defensa y otro de ataque, mezclando el espíritu colectivo con las imprescindibles individualidades. Es la promesa de un futuro mejor, o como mínimo menos turbulento. Debutó Carlos Cherry y dicen --con los americanos nunca se sabe-- que mañana Ira Newble estará en la ciudad. ¿Un equipo temible? Seguramente no. Pero sí una plantilla que debe luchar por los playoffs , por ilusionar a una hinchada que a poco que le den, después de todo lo que ha pasado, responderá.

Poco a poco, los locales se fueron haciendo los únicos dueños de un partido que había que ganar sí o sí, solucionando los problemas que se les iban presentando, dando relevo en el protagonismo a sus jugadores.

Amenazado por la presencia de Cherry, Perico Sala fue base titular. Quizás no le dure mucho esa condición, pero lanzó el mensaje de que morirá matando. Inspiradísimo en ataque, fue el referente en un primer cuarto más bien frío y en el que La Palma logró sus únicas ventajas del choque (11-15, min. 6). Sin embargo, ocho puntos casi seguidos del pequeño director de juego dieron la iniciativa (23-22, min. 10). A otro de los del teórico carro del pescado , Xavi Forcada, le tocó reivindicarse poco después, seguramente en el momento clave del choque. Con un par de canastas a lo Jordan , lideró el despegue cacereño al descanso (46-37) dando un perfil que parecía faltar en el equipo: el de alguien que pone la bola en el suelo y penetra rompiendo defensas ajustadas. La Palma, pésimo en los tiros libres y blandito atrás, echó un cable.

LA HORA DE LUCIO En el descanso, unos iban a la barra o al servicio y otros le ponían velas al dios del basket para que su equipo no se hundiese en el tercer cuarto. Dinero bien invertido (62-46, min. 28). El partido acabó de romperse gracias a Lucio Angulo, inédito hasta entonces por las faltas pero que se puso el disfraz de anotador --uno de los muchos que atesora-- cuando se necesitaba. Los demás, a lo suyo: Drew Naymick pegándose ahí abajo, Cherry clavando una suspensión a los cinco segundos de debutar, Francis Sánchez sin descontrolarse demasiado en la selección de tiro... La presencia regalada de Randy Holcomb reconciliaba a esas alturas con la honestidad en el baloncesto, aunque no fuese un factor en el partido.

Bastó con intercambiar canastas en el último cuarto, aunque el premio completo de una victoria contundente no se pudo lograr por un par de minutos de poca concentración. No pasa nada. El Cáceres 2016 está en el buen camino y eso es lo importante.