Tantas alertas, tantos avisos de tormenta, y la lluvia no apareció finalmente en el Gran Premio de Malasia. El calor, la humedad, las duras condiciones que asolan Sepang eligieron víctimas totalmente inesperadas. Ahí también fallaron los pronósticos y los hasta ahora rápidos pero frágiles Red Bull completaron un doblete que permitió a Sebastian Vettel conseguir un triunfo que dos averías le arrebataron en Bahrein y Australia.

El calor sí acabó rompiendo los motores Ferrari que equipan los dos Sauber de Pedro de la Rosa y Kaumui Kobayashi, y del F-10 de Fernando Alonso que explotó en una humareda blanca a dos vueltas de final, cuando era noveno tras un calvario de carrera sin embrague y freno motor. "Entre la pifia del sábado en la calificación y lo ocurrido en carrera, les hemos hecho un buen regalo a los Red Bull, pero seguimos delante", lamentó Alonso al término del gran premio.

GRAN SALIDA A Mark Webber no le duró mucho la segunda pole de su trayectoria en F-1. Vettel salió como un tiro, adelantó a Nico Rosberg y arrebató el liderato a su compañero en la primera frenada. Y aunque el australiano exhibió la versión más combativa que estrenó a finales de la temporada pasada, cedió ante su joven compañero tras un rifi rafe de dos vueltas. "Somos compañeros y nos respetamos, pero Mark hubiera hecho lo mismo", justificó el alemán, feliz con el triunfo. Ahí se decidió el orden del doblete. No hubo más, pues, sin averías, sin problemas mecánicos, con la fiabilidad que se les suponía como grandes, los Red Bull ganaron con autoridad.

Nadie les molestó, ni siquiera el emergente Mercedes de Nico Rosberg que mostró su talento en una carrera consistente, sin poder alcanzar a los Red Bull, pero con un ritmo muy próximo, siempre constante, sin fallos, aunque tampoco sin peleas con otros coches. El hijo del campeón del mundo Keke Rosberg, ese simpático muchacho que habla seis idiomas y que ha sorprendido a Ross Brawn por su velocidad, ha sido el primer compañero de Michael Schumacher que le ha batido en tres carreras consecutivas (Barrichello y Massa solo llegaron a dos, ninguno más en 15 temporadas). Tras Rosbger, aislado, cómodo con su ritmo, Robert Kubica atrapó otro gran resultado para Renault (cuarto), una semana después de subir al podio en Australia. "No es Alonso, pero se le parece bastante", dicen en Renault.

LA VELOCIDAD DE McLAREN Tras Rosberg, Kubica y un sorprendente Adrian Sutil (Force India), Lewis Hamilton se benefició del conducto f del McLaren, ese sistema que permite ganar en un punta de velocidad, cuando el piloto varía la carga de aire sobre el alerón trasero tapando y destapando un orificio con su rodilla. Los dos McLaren marcaron la mejor velocidad punta, lo que también permitió a Jenson Button remontar hasta la octava posición final, arrancando decimoséptimo. El inglés se vio superado por Felipe Massa, pero aguantó en las últimas vueltas a Fernando Alonso. Los dos Ferrari se encontraron juntos en su remontada. El brasileño, por delante, apenas pudo imprimir un ritmo mejor que Alonso, a pesar del calvario que sufrió el español "como nunca en F-1".

Sufrió la avería del embrague en la vuelta de formación. Eso le hizo salir mal. Cuando llegó a la primera curva "noté algo raro en la frenada, me fui por el exterior, el coche se quedó en punto muerto y al acelerar por tercera vez se engranó la marcha", relató. "Ahí supe que no tenía embrague, tampoco freno motor, con lo que apurar las frenadas era una locura. Tenía que frenar y dar golpes al acelerador para ir bajando marchas, una tortura. Nunca había tenido que cambiar tanto la forma de conducir. Ha sido mi mejor carrera en F-1".

"DESESPERACION" Tanto que con un coche así no solo marcó la segunda vuelta rápida en carrera detrás de Webber, no solo siguió el ritmo de su compañero con un coche impecable, sino que se permitió acosar a Button en las últimas vueltas. "Fue más por desesperación que otra cosa". En cada frenada se iba por el exterior, pero a punto estuvo de lograrlo hasta que la rotura del motor envolvió al F-10 en una nube blanca de humo a dos vueltas de final. Ese humo delataba lo que ya empezaron a temer en Bahrein, el primer día de Mundial, cuando, tras la victoria de Alonso en su debut con los rojos, regresaron a Maranello sabiendo que debían de trabajar en la fiabilidad del motor, pese a ganar.

ACABAN LOS DOS HISPANIA Ahí se le escaparon dos puntos que le hubieran mantenido como líder del mundial, un puesto que heredó Jaime Alguersuari en su mejor carrera en F-1. El duodécimo en la parrilla logrado en una loca calificación parecía muy difícil de mantener en una carrera sobre seco. Pues bien, ganó tres puestos tras dos soberbios adelantamientos sobre el Williams de Niko Hulkemberg y el Renault de Petrov. Jarno Trulli cerró la clasificación por detrás de Bruno Senna y Karun Chandhok, los rookies que lograron llevar a la meta los dos coches de Hispania, todo un logro.