OPORTO 0: Vitor Baía; Paulo Ferreira, Jorge Costa, Ricardo Carvalho, Nuno Valente; Costinha (Pedro Mendes, m.46); Maniche, Aletnichev (Jankauskas, m.46), Deco; Carlos Alberto y McCarthy (Marco Ferreira, m.70).

DEPORTIVO 0: Molina; Manuel Pablo, Naybet, Andrade, Romero; Sergio (Duscher, m.79), Mauro Silva; Víctor (César, m.89), Valerón, Luque (Fran, m.45); y Pandiani.

ARBITRO: Markus Merk (ALE). Expulsó con tarjeta roja directa a Andrade (m.86) por dar una patada a Deco después de hacerle una falta. Mostró tarjeta amarilla a Carlos Alberto, Ricardo Carvalho, Mauro Silva y Paulo Ferreira.

La final de la Liga de Campeones está un poco más cerca para el Deportivo después de su visita a Oporto, donde firmó un empate sin goles que le sirve para tomar cierta ventaja en la carrera que concluye el 26 de mayo en la ciudad alemana de Gelsenkirchen.

Ante un rival que nada más ha perdido tres partidos esta temporada, y sólo uno en la Liga de Campeones (ante el Real Madrid en Das Antas), el Deportivo no jugó su mejor encuentro, ni mucho menos, pero tuvo oficio para conseguir un excelente resultado.

La trascendencia del primer duelo de la eliminatoria quedó patente desde el pitido inicial. Hubo mucha tensión desde el inicio y muy poco fútbol. Con ese guión, el Deportivo, más dotado para el espectáculo, fue el más perjudicado.

Juan Carlos Valerón apenas entró en juego. Esa fue la peor noticia esta noche para el equipo de Javier Irureta, junto con la tarjeta amarilla que vio Mauro Silva y que le impedirá jugar el encuentro de vuelta, y la roja que le mostraron a Andrade y que podría dejarle fuera incluso de la final si el Deportivo supera la eliminatoria.

Sin la magia de Valerón, con Walter Pandiani muy aislado arriba y Albert Luque poco inspirado, el Deportivo se quedó sin armas para hacerle daño a su rival. Lo que sí hizo bien el conjunto coruñés fue defenderse, pero tampoco el Oporto no le creó demasiados problemas.

Sin obsesión por atacar a pesar de actuar antes sus aficionados, con un juego muy lento y repleto de pases horizontales, los dragones de José Mourinho ofrecieron una primera mitad mediocre. Fueron los dueños del balón, pero de poco les sirvió.

Su director de orquesta, Deco, no ofreció ni una sola nota de calidad y la sinfonía que interpretó el Oporto antes del descanso no entusiasmo a nadie.

No disparó ni una sola vez entre los tres palos durante el primer tiempo, igual que el Deportivo. Vitor Baía y Molina trabajaron menos de lo esperado y la guerra , sucia por parte del equipo portugués, se dirimió casi siempre en el centro del campo.

SEGUNDA MITAD El Deportivo afrontó la segunda parte sin Luque, que se lesionó al filo del descanso, y su lugar lo ocupó Fran. Mourinho dio entrada a Jankauskas, en sustitución de Aletnichev, y Pedro Mendes, que reemplazó a Costinha.

El equipo español no mejoró en demasía. El Oporto, sin hacer un fútbol brillante, al menos fue más fuerte en ataque, incrementó su dominio. Un disparo desde lejos de Maniche se estrelló en el larguero en el minuto 67. Fue la primera ocasión.

Jankauskas, en el minuto 82, estuvo a punto de batir a Molina con un remate de cabeza que salió fuera, pero el Oporto no tuvo pegada y el equipo de Javier Irureta se llevó un buen empate. Lo peor, que Mauro Silva, por tarjetas, y Andrade, expulsado tontamente al final, no estarán.