No se jugará la final de la Copa del Rey el próximo 18 de abril entre el Athletic y la Real Sociedad en Sevilla. Luis Rubiales, el presidente de la federación española de fútbol (FEF), alcanzó ayer ese acuerdo tras reunirse con sus homólogos de ambos clubs a la espera de cómo evolucione el coronavirus. Se esperaba a más de 60.000 aficionados de los dos equipos en la capital andaluz, que deberán esperar hasta, quizá, mayo para asistir a ese encuentro histórico.

La Liga, entretanto, no ha tomado aún esa decisión de aplazar las dos próximas jornadas del campeonato. De momento, están previstos que los partidos se disputen disputar a puerta cerrada. Pero todo el fútbol, excepto Primera y Segunda División, ya ha sido aplazado, por lo que aumenta la presión sobre Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional. Por ahora solo se vería fútbol profesional.

DUELO CON PÚBLICO / Sevilla no acogerá en abril la final de la Copa, aunque sí podría hacerlo el 30 de mayo, una semana después de acabar la Liga si es que finalmente se puede cumplir el calendario pactado. El problema para que el estadio de La Cartuja puede albergar ese día la final es que ya que estaba fijado un concierto de Extremoduro, al que se intenta mover ahora.

«Tenemos que intentar asegurar esta final con público en las gradas, con una Cartuja que esté a rebosar», dijo Rubiales, presidente de la federación, tras pactar este aplazamiento con Aitor Elizegi, presidente del Athletic, y Jokin Aperribay, presidente de la Real Sociedad, en una cita que se celebró ayer en la federación en Las Rozas (Madrid).

«Nosotros necesitamos a nuestra afición para respirar y eso es lo que tenemos que poner por delante, y también su salud», subrayó Elizegi. «Lo primero es la salud pública», coincidió luego Aperribay.