México: Sánchez; Rafa Márquez, Osorio, Salcido, Pineda, Méndez; Pardo, Torrado (m.46, Luis Pérez), Bravo, Franco (m.46, Zinha) y Borgetti (m.51, Fonseca).

Irán: Mirzapour, Kaabi, Rezaei, Golmohammadi, Nosrati (m.81, Borhani), Nekounam, Mahdavikia, Karimi (m.62, Madanchi), Teymourian, Hashemian y Daei.

Goles: 1-8, m.28: Bravo. 1-1, m.36: Golmohammadi. 2-1, m.76, Bravo. 3-1, m.79: Zinha

Arbitro: Roberto Rosetti (ITA). Amonestados: Torrado, Nekounam y Salcico.

Incidencias: Partido del grupo D disputado en el Franken-Stadion de Nuremberg ante 42.000 espectadores, en su mayoría mexicanos. Entre los asistentes, Samuel Eto´o, Gabriel Batistuta, Jorge Valdano, César Menotti, Hugo Sánchez y Fernando Redondo.

México ofreció a su guardameta Oswaldo Sánchez, todavía conmovido por la muerte de su padre, una victoria por 3-1 sobre Irán fraguada en el último cuarto de hora del partido disputado en Nuremberg.

Los jugadores mexicanos se fundieron en un abrazo con Oswaldo en cuanto el árbitro señaló el final de un partido que estuvo igualado hasta el minuto 76 y sólo se desequilibró en la última fase con los goles de Omar Bravo y Zinha. La formación mexicana jugó por debajo de lo esperado frente a un rival limitado que igualmente logró controlar buena parte del encuentro, más por voluntad y entusiasmo que por sus cualidades individuales o colectivas. El desahogo mexicano se produjo a los 76 y 79 minutos con los goles anotados por Bravo y Zinha, que tapan una actuación poco convincente.

Con un tiro libre de Pardo, un cabezazo de Franco y un toque oportuno de Bravo a los 28 minutos, México encontró la fórmula para romper el cerco iraní.

Tras el tanto anotado por Bravo, Irán salió a buscar el empate con simpleza, sin cambiar el ritmo ni perder el orden, y a los 36, a la salida de un córner, el portero Sanchez rechazó la pelota con sus manos, la dejó en el medio del área abarrotada de jugadores propios y rivales y el defensa Golmohammadi no perdonó.

Lavolpe dispuso para la segunda paros iraníes queríante la salida al campo de Zinha y Luis Pérez por Franco y Torrado en busca de creatividad y movilidad. A los 50 se lesionó Borgetti y fue sustituido por Fonseca, pero México igualmente tomó la iniciativa con espacios a su favor por el repliegue de líneas de Irán.

Con eso quisieron los iraníes el empate, y les costó caro porque tras un par de fallos defensivos consecutivos a los 76 minutos, Zinha asistió de manera impecable a Bravo y éste marcó el segundo tanto mexicano bajo los palos.

Tres minutos más tarde México aprovechaba el bajón de su rival y a través de un Zinha intratable anotó el tercero. Final feliz ara México en una jornada de fútbol bastante pobre.