En ese barómetro --muy relativo, eso sí-- que son las redes sociales se señala un nombre como favorito de la hinchada para suplir a Carlos Frade en el banquillo del Cáceres: el de Porfirio Fisac. Y, aunque en principio pueda parecer utópico tener a un técnico que en las últimas campañas se ha asentado en la Liga Endesa (San Sebastián, Valladolid y Fuenlabrada), él mismo no se descarta. Es más: casi se ha dejado querer para entrenar en una ciudad en la que fue jugador hace más de 20 años.

El mensaje que él mismo envía a través de EL PERIODICO EXTREMADURA es algo críptico, pero deja claro que está abierto a aceptar una propuesta de la LEB Oro: "Soy entrenador de baloncesto, no solo de ACB. Por lo tanto, soy feliz por lo que hago, no en la categoría que lo haga". Eso sí, no ha habido contactos. El Cáceres de momento se centra en solucionar la salida de Carlos Frade. La situación es compleja: ni se le puede, por lógica, obligar a entrenar si no lo desea, y por otra parte, se desea sacar algún tipo de compensación para dejarle marchar.

En qué momento está el proceso de selección del nuevo entrenador solo lo sabe el núcleo duro de la directiva (el presidente, José Manuel Sánchez, y el triuvirato Eduardo Chacón-Pedro Núñez-Abelardo Martín).

En principio, la opción de Fisac se presenta muy complicada por una simple cuestión de caché y de proyecto. Pero el técnico tiene fama de ser muy raro e imprevisible en sus decisiones, y en un acercamiento a Cáceres podrían pesar otros factores. Vive en Villanueva de la Serena, de donde es su mujer; jugó en el extinto Cáceres CB y en más de una ocasión ha dicho que su sueño durante una época era entrenar a este club, con el que colaboró al principio de su carrera como entrenador, cuando dirigía al Doncel y ambos clubs estaban vinculados.

Fisac ha dicho cada vez que ha tenido oportunidad que se siente en parte extremeño --nació en Segovia y creció en Valladolid-- y además mantiene una relación muy estrecha con la federación autonómica y su director técnico, Mario Madejón.