Sería la sorpresa del verano. Es muy complicado, aunque perfectamente factible, según ha contrastado este periódico en distintas fuentes. Porfirio Fisac podría ser el próximo entrenador del Cáceres si es que los contactos que ha establecido con el Fuenlabrada, de la ACB, no fructifican finalmente.

El exentrenador del Blancos de Rueda está en la agenda. El mismo ya lo ha expresado en más de una ocasión. "Tengo que devolver a Extremadura lo que me ha dado". Nacido en Segovia, su vinculación con la región es máxima: su mujer, Fe, es de Villanueva de la Serena. El problema tampoco sería el económico para él. Es algo más, es una cuestión de sentimiento, ha insistido en numerosas ocasiones, en público y en privado.

Ha sido entrenador del Doncel y de selecciones inferiores de la región. Ahora es un técnico muy apreciado en el espectro ACB: sus campañas en el Bruesa y en el propio Blancos de Rueda han sido excelentes. En la última temporada, con un presupuesto mínimo, llegó hasta la fase final de la Copa del Rey.

Gustavo Aranzana sigue siendo el ´favorito´, curiosamente, para los dos banquillos, con Juan Pablo Márquez e incluso Mario Segalás en la recámara en Cáceres. Si el vallisoletano decide no renovar --su agente llega hoy--, ficha por Valladolid y Fisac no va a Fuenlabrada, este último ya ha comentado que le gustaría entrenar en Cáceres. Y en el club extremeño lo saben. Sería un golpe de efecto, no lo dudan.

Fisac tiene en Cáceres a uno de sus mejores amigos: Mario Madejón, director técnico de la federación extremeña, al que tuvo como ayudante en Algeciras.

El propio Porfirio Fisac ha protagonizado hace pocos días, paradójicamente, un acto con estrecha relación con el club que se plantea su fichaje. El colegio San Antonio, íntimamente ligado a la entidad por la vía de la cantera, ha recibido el Premio ´Alberto Pérez Escobar´ que, en su segunda edición, otorga el CB Campiña Sur de Llerena para exaltar los valores del deporte. Fisac hacía entrega del galardón al director del centro educativo, Antonio Herrera.