Los jugadores David Di Michele (Palermo), el venezolano Massimo Margiotta (Frosinone), Thomas Manfredini (Bolonia) y Vincenzo Sommesse (Mantova) han sido denunciados por la Fiscalía de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) ante la Disciplinaria, en relación a un caso de las apuestas ilegales.

Por responsabilidad objetiva, asimismo, el fiscal del CONI, Stefano Palazzi, ha denunciado a los clubes Udinese, Vicenza y Mantova, en los que militaban los jugadores en el momento del presunto delito deportivo.

A Di Michele, Margiotta y Manfredini se les acusa de haber apostado "directamente o por medio de otra persona sobre los resultados relativos a partidos oficiales de fútbol organizados por la FIGC".

Para Sommesse la acusación atañe a partidos organizados por la FIGC, la FIFA y la UEFA. En cambio, la Fiscalía del CONI ha procedido al archivo de los casos de los otros jugadores implicados en la investigación, que fue abierta hace un año.

En 2006 casi una veintena de futbolistas que militaban en la Primera y Segunda división italiana de fútbol estaban siendo investigados por la Fiscalía de Udine por presuntas apuestas no autorizadas.

Se trataban de investigaciones dirigidas por el fiscal Lorenzo Del Giudice en relación a apuestas de partidos europeos y del campeonato italiano.

Los jugadores investigados (con sus entonces clubes), junto a Di Michele, Margiotta, Thomas Manfredini y Sommese, eran: Morgan De Sanctis (Udinese), Nelson Abeijón (Atalanta), Giovanni Bia (ex-Bolonia, Inter y Nápoles), Marco Ferrante (Hellas Verona), Attilio Gregori (Ostia), Alessandro Sgrigna (Vicenza), Roberto Bordin (Padova y ex-Nápoles), Stefan Schwoch (Vicenza), Gennaro Scarlato (Spezia), Giampiero Pinzi (Udinese), Vincenzo Iaquinta (Udinese), Zelijo Kalac (Milán), Marek Jankulovski (Milán), Alessandro Pierini (ex-Udinese).

Para ellos se barajaban los presuntos delitos de violación de la ley que impide a los deportistas (jugadores, técnicos, dirigentes, etc.) realizar cualquier tipo de apuestas deportivas.

Los jugadores corrían el riesgo, incluso, de ser castigados deportivamente con un año de suspensión. En el "punto de mira" de las investigaciones, según se informó entonces, estarían también cuatro encuentros de la Primera división italiana de fútbol en 2005 y 2006, que terminaron con empates y que, para los investigadores, registraron un número anómalo de apuestas.