Por los portátiles de los cientos de periodistas de todo el mundo que siguen el Mundial de F-1, en vivo y en directo, circula un correo electrónico, con sonido casi dolby , en el que, cuando lo abres, aparece el Ferrari F2004 de Michael Schumacher y, debajo, el McLaren-Mercedes MP4-19 de Kimi Raikkonen.

Si mueves el ratón y clicas sobre la rueda delantera de la bala roja se oye un rugido atronador, como de un caza, un estruendo tremendo mezclado con el silbido característico de un motor a 19.000 revoluciones por minuto.

Luego, si pinchas, y nunca mejor dicho, sobre el neumático de Raikkonen el sonido es de risa, de chatarra, como los potes enganchados al coche de los recién casados.

Llamas y risas

Esa es la forma que tiene la F-1 de reírse de Mercedes. De McLaren. De los ricos. De los que fallan. El circo no perdona. Cuando a los payasos se les caen los bolos, el público se troncha de risa. Eso ocurrió, sin más, cuando el MP4/19 del finlandés estalló en llamas en la vuelta 10 del Gran Premio de Bahrain.

El ridículo de Mercedes empieza a preocupar a toda la F-1. El de McLaren hace meses que inquieta pues, el año pasado, tuvieron que tirar a la basura miles de millones de pesetas al no funcionar su MP4/18. Mientras Ferrari se ríe de la competencia, Coulthard era optimista en Bahrain, ante la mirada atónita de los periodistas. "La temporada no puede acabarse sin un triunfo de McLaren".

Mercedes compró la fábrica Ilmor de motores hace poco y, entre unos y otros, no se aclaran. Es más, el pasado fin de semana rompieron tres motores.

Sin McLaren en la pomada, sólo queda Williams-BMW en el horizonte de Ferrari. Y como siempre, en casa del señor Williams, hay un lío de enormes proporciones.

Palabra de Alonso

En Renault hay esperanzas de inquietar a la scuderia . "Somos, junto a Ferrari, el único equipo cuyos pilotos han terminado las tres carreras metidos en los puntos", afirma Fernando Alonso. "Estamos aún lejos de ellos, cierto, pero nuestro objetivo de este año es superar a un grande, tipo McLaren o Williams. Para aspirar a eso debíamos de limitarnos a puntuar en Australia, Malaisia y Bahrain, pues nuestro Mundial arranca en Imola, el 25 de abril, donde tendremos ya la primera evolución de nuestro joven motor".