El Cáceres viajó anoche a Huesca, donde se juega mañana buena parte de sus opciones de playoffs , y Carlos Frade adelantó un día su habitual comparecencia ante los medios, en la que la temperatura subió a la hora de hablar de un asunto distinto al que afecta a su equipo: los problemas del Força Lleida.

Algunos medios llegaron a recoger las declaraciones del entrenador del equipo extremeño de la LEB Oro, en la que mostró un tono abiertamente reivindicativo. Dejó claro que en el colectivo de profesionales de la categoría no está sentando bien cómo el club ilerdense está tratando a sus jugadores y técnicos, que llegaron a anunciar que no jugarían mañana en Ourense por los reiterados impagos e incumplimientos que arrastran durante toda la temporada.

Alto y claro

"Me parece un atropello, una vergüenza", resumió Frade. Sin embargo, sus dardos no fueron tanto contra el Lleida como contra la Federación Española de Baloncesto, sobre la que denunció que no protege a entrenadores y baloncestistas en estas situaciones. No es habitual escuchar reivindicaciones así: la FEB es una poderosa maquinaria contra la que prácticamente nadie se atreve en el mundillo del basket.

Esta vez, el preparador madrileño sí pareció cruzar esa línea invisible: "La reputación de esta competición se arrastra cada vez más y echo de menos que quien la organiza dé un golpe en la mesa en favor de los más perjudicados, que somos los jugadores y los entrenadores".

Frade se puso incluso más gráfico al explicar lo desasistidos que se sienten los profesionales: "Los técnicos, ayudantes, fisioterapeutas y demás estamos todavía más en bragas que los propios jugadores. Soy miembro de esta competición, soy español y me quiero sentir protegido por la Federación Española".

Al hilo, hizo referencia lo bien que trata la FEB a las estrellas en contraste con "personas que cobran 800 o 1.000 euros, cantidades pequeñas pero que para ellas son importantes". "No se necesita mimar a Calderón, Gasol y compañía, porque esos ya se han ganado esa protección con su esfuerzo durante mucho tiempo. Gente como la de Lleida sí necesita es protección de la madre FEB", apuntó.

Teniendo que ver (o no) con esto, aseguró que va a "seguir mirando para adelante, haciendo nuestra parte, preocupándonos por nosotros" cuando se le preguntó si había olvidado el polémico arbitraje de la jornada anterior ante el Ford Burgos. "Los árbitros y la FEB no son una mafia. No creo en las represalias. Eso no pasa en esta competición, que sí está llena de buenos profesionales que tenemos que coordinarnos", agregó.