Francia y Brasil, dos grandes naciones del fútbol que acabaron maltrechas su participación en Sudáfrica miden hoy, en su primer partido de 2011, el nivel de su reconstrucción en un prestigioso amistoso que reeditará la final del Mundial de 1998. Ambos equipos decidieron dar un giro total a su andadura tras haber caído en el Mundial del año pasado. El estrépito de la eliminación francesa en primera ronda todavía deja cicatrices entre los ´bleus´ pese a que la llegada de Laurent Blanc al banquillo ha cambiado el ambiente de la selección.