Noventa minutos y un empate a cero frente a Suiza bastaron para reabrir en Francia una crisis que se creía olvidada. La campeona del mundo de 1998 lleva ocho años, precisamente desde la final del torneo que conquistó en su casa de París, sin marcar un gol en un Mundial. De Corea y Japón se marchó en la primera fase, como última del grupo A, sin ganar y sin anotar un tanto ante Dinamarca, Senegal y Uruguay. La sequía realizadora y la falta de soluciones en ataque han disparado las críticas a la actual selección, que hoy necesita vencer a Corea del Sur para no complicarse la clasificación.

Desde el 12 de julio de 1998, desde que Emmanuel Petit cerrara la goleada sobre Brasil (3-0) en la final el mayor día de gloria del fútbol francés, no celebran los bleus un tanto. Cuatro partidos lleva a cero una selección que cuenta con Thierry Henry (27 goles con el Arsenal), Zinedine Zidane, Frank Ribéry, los tres delanteros del Lyon (Malouda, Wiltord y Govou), el pentacampeón de Liga, y Trezeguet, aunque es suplente pese a los 23 tantos que ha aportado al Juventus.

En la fase clasificatoria, Francia fue la peor realizadora, con 14 goles en 10 partidos, El debut del Mundial contra Suiza, que estaba en su grupo, confirmó el síndrome del gol. "Hicimos algunas cosas buenas", dijo Henry, destacando "una parada de Barthez" y que Francia había "recuperado muchos balones aéreos". Una disculpa que indignó aún más a la crítica, entre la que se encuentran varios excampeones del mundo. "Algunas cosas que dicen ponen en peligro la cohesión del grupo, y ellos saben lo importante que es", protestó Willy Sagnol.

El defensa es partidario de que Francia siga jugando igual, y privilegia la solidez defensiva para "avanzar en el torneo".