A primera hora de la mañana de ayer, el Extremadura despidió al jefe de seguridad del club y hombre fuerte del grupo Oliver, Antonio Muñoz. Lo hizo por orden expresa de Manuel Franganillo tras el cruce de declaraciones entre ambos en el partido del sábado. No es el primer despido de Franganillo tras su fractura con Oliver, pues antes ya despidió a Juan Marrero como entrenador del filial. Luis Oliver Sierra, vicepresidente, comentó ayer que «Franganillo ha tomado decisiones como el cese de Marrero o la vuelta de Angelito al juvenil que no han sido aprobadas por nosotros. Pero como es el consejero delegado y presidente del club, hace y deshace lo que quiera. Para nosotros, que gestionamos la parcela deportiva, es grave que se aprueben ciertas decisiones sin nuestro consentimiento». El vicepresidente también dijo que «hasta ahora habíamos sido socios honestos y leales, pero esa confianza ya se ha acabado. Ahora será el consejo el que tome las decisiones».