El entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard, apeló hoy al "orgullo" de sus jugadores, a quien les pidió que salten mañana al césped del Camp Nou con la intención de "luchar, dar una buena imagen y recuperar la simpatía de la afición", después del ridículo de Getafe. "No debemos mirar atrás, sino para delante. Ahora tenemos que reaccionar en el campo", dijo Rijkaard, quien advirtió que el Betis es "de esos rivales que acostumbra a jugar bien contra el Barça y al que cuesta mucho ganar", por lo que pidió a su equipo que se "mentalice al máximo" para "hacer un buen juego y lograr un buen resultado" que permita recuperar el crédito perdido.

El técnico holandés se mostró convencido de que sus hombres jugarán mañana con la intensidad que les faltó en el Coliseo Alfonso Pérez, donde el pasado jueves encajaron un histórico 4-0 que les dejó fuera de la final de la Copa del Rey pese a traer un renta de tres goles (5-2) del partido de ida.

Su rival merengue

Rijkaard sabe que el equipo no puede volver a fallar, máxime cuando el Real Madrid podría acostarse hoy como líder de la competición si gana en el Bernabéu a un Espanyol que ya está pensando en la final de la UEFA del próximo miércoles."Que ellos se pongan líderes sería una motivación añadida para nosotros", comentó Rijkaard quien, poco amigo de las arengas, prefirió decir que su equipo trabajará estas últimas cinco jornadas "para merecer la Liga" en lugar de asegurar que, después del bochorno de Getafe, el último título que les queda seguro que no se va a escapar. Si finalmente la Liga se escapa y el Barcelona acaba la temporada con una pírrica Supercopa de España, el holandés tiene claro que su futuro estaría muy probablemente lejos del Camp Nou.