Parejas de hermanos futbolistas. Parejas de deportistas ilusionados. Unos, veteranos. Otros, jóvenes. Unos, con una carrera notable. Otros, aún por hacer. Los Ruano (jugadores de banda) y los Fuentes (un portero y un delantero), los Fuentes y los Ruano, una ilusión compartida. En los cuatro casos, admiración y buenos deseos.

Manuel Ruano acaba de cumplir 20 años. Juega de interior izquierdo, pero también rinde como media punta. Hace un par de semanas hizo un tanto al Extremadura que sirvió para empatar (1-1). Juega en el Fuente de Cantos, en Tercera División, y dicen de él que el futuro es suyo a nada que le respeten las lesiones.

Diez años más tiene Juan Ramón Ruano, exterior del Arroyo, de Segunda B. "Quizá sea más completo que yo. No hay tenido suerte, aunque haya jugado en Segunda; yo creo que podía haber llegado a Primera, ya que condiciones tenía". De hermano a hermano, de Manuel a Juan Ramón. El fútbol extremeño tiene parentescos tan cercanos como éste. Futbolistas de Usagre. Uno, joven; el otro, en la madurez. Uno aprende del otro; el más mayor aconseja.

Todo tiene un origen y llega de su padre, Juan Ruano, un futbolista de mucho carácter que militó en distintos clubs extremeños y que incluso estuvo en la cantera del Sevilla.

"El es más frío, pero tiene mucha calidad. Puede vivir de esto, pero para eso tiene que tener suerte y, como siempre le digo, trabajar mucho", dice el futbolista del Arroyo sobre el del Fuente de Cantos.

Manuel Ruano debutó en La Estrella, en Preferente, con solamente 16 años. El pasado año jugó en el Díter. Juan Ramón, con su edad, llegó a probar en La Masía, con el Barcelona, pero una lesión condujo al viaje de vuelta. La trayectoria del jugador del Arroyo ha sido importante, con el cénit de su carrera como futbolista muy importante en el Córdoba, en Segunda División. "Iba a verle cada domingo e hizo una gran temporada, pero...", dice Manuel.

"La Tercera se le queda muy chica", dice mientras tanto Rubén Fuentes (Díter Zafra) de su hermano, José (Villanovense). "Tiene condiciones, yo siempre lo he dicho, para mí es muy bueno, y no porque sea su hermano", dice el portero.

En este caso se dan circunstancias muy anecdóticas. Hace tres temporadas, Rubén, que militaba en el Imperio de Mérida, le hizo un gol a José, que entonces defendía la meta del Sporting Villanueva. Un año después, Rubén "me lesionó", cuenta con tono cariñoso el actual meta del Villanovense. En efecto: entonces estaba en el Arroyo. Le cayó encima.

"Este año le temía un poco", sigue la broma José, "pero no pasó nada". El cuadro serón se impuso al Díter y Rubén no marcó. Por un fin duelo fraternal tranquilo. El meta serón cree que Rubén tiene mucho futuro. Por supuesto.