Sigue escociendo y mucho en el seno del equipo Sky el descalabro sufrido el pasado domingo en la etapa 15 de la Vuelta con final en Aramón Formigal. Una etapa que será recordada por el arrojo de un renacido Alberto Contador, que rompió todos los esquemas con un ataque desde la salida, y la inteligencia del líder, Nairo Quintana, que siguió con astucia al madrileño en busca de aumentar su ventaja en la general.

Pero también será recordada por la nefasta actuación del Team Sky. Todos los miembros del equipo, excepto David López y Chris Froome, quedaron cortados de inicio por el ataque de Contador y acabaron llegando a meta fuera de control. No fueron los únicos, ya que nada menos que hasta 91 ciclistas en total fueron descalificados por este motivo, algo que el jurado internacional de la Vuelta enmendó repescándolos a todos, en una medida extraordinaria y necesaria a falta de una semana de competición.

“Nos cogió por sorpresa, no esperamos que los corredores implicados en la general se metieran en pelear el corte, pero es cierto que tuvimos un error de posicionamiento", ha declarado Froome al portal 'Ciclo 21'.

El británico, que acabó la etapa a 2.40 minutos del colombiano, no ha escondido su decepción por el error en la estrategia de su equipo en Formigal, algo que le ha podido costar la Vuelta. "He de ser honesto y creo que no estábamos preparados para ello y Alberto y Nairo sí que lo estaban. Nos pillaron”.

UNA VUELTA QUE SE LE RESISTE

"Las que llegan son etapas que se van a tener que correr de manera muy táctica y como equipo para poder intentar recuperar terreno", apunta sobre lo decisivo de las últimas jornadas, empezando por la de este miércoles con salida en Castellón y llegada en Camins del Penyagolosa. El apoyo de sus gregarios será, sin duda, determinante, algo que sin embargo no impide a Froome considerar como injusta esta inusual repesca. "Si hay una regla es para cumplirla y los 91 corredores repescados, incluidos todos mis compañeros, deberían de estar fuera de carrera".

Segundo en la clasificación general, pero a 3.37 minutos de Quintana, Froome confiesa no encontrarse "en una situación tan optimista como hace unos días. El domingo perdí mucho tiempo, pero las cosas pueden cambiar en una gran vuelta y tenemos que seguir trabajando igual".

Pero el tres veces campeón del Tour, que aún no se ha estrenado en la ronda española, considera muy difícil subir a lo más alto del cajón en Madrid. "Es una carrera importante para mí y por ello llevo tiempo intentando ganarla y parece que, una vez más, tendrá que ser para otro año".