Debía ser el partido de la jornada, uno de los mejores duelos que pueden verse hoy día en el circuito: el que debían librar en los cuartos de final del torneo Conde de Godó, el número uno mundial, el español Rafael Nadal, y el argentino David Nalbandian. Sin embargo, el de Córdoba arrastra una inflamación en la cadera derecha que se le ha agravado durante su partido de ayer con Nicolás Almagro, al que venció con comodidad (6-3 y 6-4), sin que en la pista aparentase, en ningún momento, tener algún tipo de problema.

De hecho, Nalbandian compareció en rueda de prensa tras eliminar a Almagro para asegurar que se encontraba bien, que había jugado mejor que y que estaba preparado para medirse contra Rafa, con quien curiosamente nunca se ha enfrentado en tierra, pero mantiene un balance favorable de dos victorias y una derrota en pista rápida.

Por la tarde, el responsable médico del torneo, Angel Ruiz Cotorro, anunciaba que Nalbandian, séptimo cabeza de serie, 15 en el ránking mundial, se retiraba del Godó.

Media hora antes, Rafael Nadal se paseaba ante Christophe Rochus (6-2 y 6-0). Llegó, jugó, apenas sudó, estuvo 55 minutos en pista y se marchó pensando ya en el duelo contra el argentino. Rochus, que ya había perdido estrepitosamente con Nadal en el Abierto de Australia (6-0, 6-2 y 6-2) sólo pudo arrancarle dos juegos al balear. Cabizbajo, derrotado de antemano, ni siquiera peleó los puntos más disputados y fue incapaz de disponer ni una sola bola de rotura.

Davydenko, tercer favorito, eliminó al español Feliciano López (16), en el partido más intenso de todo este Godó. Dos horas y 42 minutos de juego necesitó el de Volgogrado para vencer al toledano (7-6, 3-6 y 6-4), quien remontó el set inicial y plantó batalla hasta que se le agotaron las fuerzas.

Por el otro lado del cuadro, habrá duelo fratricida. David Ferrer (4) y Tommy Robredo (6). Dos integrantes de la ´Armada´, dos amigos de carreras paralelas que ayer sudaron de lo lindo para meterse en cuartos.