Obviedad 1: Extremadura vivirá esta noche, como el resto de España, pendiente de lo que haga la selección nacional frente a Rusia. Obviedad 2: Una victoria llevará la locura a las calles (y muy probablemente fuentes) de las ciudades de la región; una derrota supondrá el silencio y el abatimiento más absoluto.

Menos evidente era que las instituciones se diesen cuenta, pero finalmente ha sido así, al menos en las dos capitales de provincia. En Cáceres, el ayuntamiento anunció la instalación de una pantalla gigante en la Plaza Mayor de 6x4 metros. Su tecnología permitirá que el partido se vea perfectamente a pesar de que buena parte se disputará siendo todavía de día, evitando reflejos.

En Badajoz no se han quedado atrás aprovechando los días especiales que se viven. También el ayuntamiento instalará un dispositivo similar en el recinto ferial, junta a la entrada principal de las casetas.

Una minoría de aficionados extremeños también viajará hoy mismo a Viena para seguir en vivo el encuentro para unirse a los que ya están allí desde hace unos días y se han hecho notar. La Federación Extremeña ha atendido buena parte de las numerosas peticiones de entradas que ha recibido en los últimos días. El optimismo es tal que muchos han preguntado también por las localidades de la final del domingo. Hasta entonces queda mucho, ¿no?