Jacinto Carbajal cuenta con nueve jugadoras en el núcleo principal del Al-Qazeres que buscará el ascenso a Liga Femenina a partir de mañana, más las aportaciones puntuales de las juniors Marina Díaz y Miriam García. Prácticamente todas llegan en su mejor momento tras una temporada plena.

Bases: Mando luso ydos complementos

Aunque sin el nivel excelso que acreditó en su anterior etapa en el equipo, la portuguesa Carla Nascimento continúa llevando con mano firme el peso del juego. Decidida y con personalidad, nunca ha sido una jugadora que haya ido a engordar sus números, sino a mejorar a sus compañeras. Es una categoría que maneja de memoria, habiendo ascendido las dos últimas campañas. Aunque había decidido dejar el baloncesto, su camino volvió a cruzarse con el del Al-Qazeres tras la lesión de Mariona Martín.

Detrás de ella hay dos jugadoras bien diferentes, pero que tienen en común su polivalencia. Y es que tanto la cacereña Elena Corrales como la serbia Jovana Vidakovic pueden jugar indistintamente como base y escolta. Corrales, la joya de la corona de la cantera desde que era una niña, tiene el descaro propio de la juventud y sin duda ha progresado. Por su parte, Vidakovic tiene un perfil más defensivo: es discreta, no hace tiros tontos y se ha adaptado a la perfección a su papel.

Aleros: Anotadoras sincompasión ni descanso

Es muy difícil no subir cuando tienes a dos aleros titulares como Tamara Taylor y Vero Sánchez. Y es que ambas son máquinas de anotar puntos, aunque cada una a su manera.

Taylor ha sido un gran hallazgo. La primera exterior norteamericana de la historia del club está cumpliendo con creces con un juego imaginativo, valiente y, sobre todo, muy atinado. Ha terminado como máxima encestadora (15,7 puntos) y no es raro: cuando entra en trance es capaz ella solita de romper un partido.

Por su parte, Vero Sánchez, aparte de mantenerse probablemente la jugadora más querida por la afición, ha seguido siendo la misma que siempre: una tiradora letal, también con enormes rachas desde 6,75. Además, ayuda en otros aspectos como el rebote (4,6) y la defensa, echando una mano como '4' abierto. Competidora nata.

Las alternativas puntuales son Corrales y Vidakovic. Anteriormente, la joven placentina María Romero también había dado algún relevo, pero, al igual que Mariona Martín, sufrió una lesión de larga duración y reaparecerá la próxima campaña.

Pívots: El poder decuatro 'jabatas' puras

El dominio del juego interior durante toda la temporada ha sido prácticamente total por parte del equipo extremeño, que, por si fuera poco, ha añadido en el último mes una pieza que termina de perfeccionarlo.

Julie Forster ha resultado otro acierto completo con acento yankee . Resulta increíble lo que lucha la pelirroja, cómo contagia a sus compañeras, la forma que tiene de no dar un solo balón por perdido. Su don natural para el rebote (¡13,8 por partido!) le ofrece también anotar en muchas segundas oportunidades.

Su compañera habitual bajo los aros ha sido Marieme Cisse, que destaca sobre todo por su tremenda estatura (1,96). Eso le permite cambiar muchos tiros de las rivales, que se sienten intimidadas en su presencia.

Cisse está en un periodo de readaptación porque ha visto reducidos sus minutos desde que a principios de marzo llegó Leia Dongue. La internacional mozambiqueña ha sido la guinda en el pastel que cocina Jacinto Carbajal: una interior de enorme talento que tiene un par de movimientos imparables cerca del aro. Además, tiene buen tiro desde media distancia.

Completa el póker Silvia Romero, una agradable sorpresa porque se esperaba seguramente menos de ella cuando fichó en verano. Pero se trata de una pívot muy dura, que no renuncia al choque y sale con la misión claro de frenar a la estrella interior rival.