La constitución o creación de un club de fútbol en Cáceres es, hoy en día, una tarea utópica, aunque no imposible.

Teniendo en cuenta que los requisitos necesarios son mínimos y asequibles, ya que basta con un acta fundacional ante notario, la capacidad de obrar de los fundadores y la voluntad expresa de constituir el club deportivo, han de tener los promotores muy en cuenta que una cosa es la constitución del mismo y otra muy distinta dónde van a entrenarse y jugar los partidos.

Los fundadores tendrán que armarse de una dosis de paciencia, ilusión, tesón y esperanza para no quedarse en el intento, puesto que en esta ciudad donde vivimos el fútbol está completamente abandonado por la administración local, ya que no se ha invertido nada en infraestructuras deportivas relativas a campos de fútbol de titularidad municipal. Sin infraestructuras, no hay progreso y sólo el entrenamiento diario enseña el camino del éxito.

Es curioso y llamativo que en pocos años se han construido en Cáceres miles de viviendas, formándose nuevos residenciales y nuevos barrios, y sin embargo no se le han exigido a las empresas constructoras dotación deportiva.

Me parece muy bien la idea de la creación de un museo de la Semana Santa, que se promocione y difunda todo lo que se pueda la parte antigua, el Corte Inglés, el AVE, el bus nocturno, etcétera, porque todo lo que sea promoción al final va a revertir en la ciudad, pero también el deporte es importante, y en muchas corporaciones municipales muy importante, convirtiéndose el deporte en general y el fútbol en particular en una gran actividad social con gran repercusión económica y mediática.

Por último solicito desde esta tribuna un aumento de las ayudas a los clubs deportivos de fútbol por parte de la Administración Local, ayudas que pueden ser de distintas clases, entre otras subvenciones, asesoramiento, material, la cesión temporal de local para instalar la sede del club donde establecer el domicilio social y por supuesto, y como no podía ser de otra forma, la construcción de un campo de fútbol municipal como Dios manda y como se merece la ciudad.