El futbol siempre está presente en la sociedad española, es el gran divertimento, pertenece al ADN de la cultura nacional. Y es que desde nuestra más tierna infancia, vivimos y crecemos con la tendencia natural de elegir un equipo y seguir de cerca sus resultados, alegrarse o entristecerse según gane o pierda los partidos.

El fútbol es el deporte nacional, de eso no hay duda, que proporciona divertimento a una inmensa mayoría de los españoles, tanto cuando se practica como cuando se sigue un evento en vivo desde el campo o por televisión.

Los amantes de este deporte siguen las vicisitudes de sus equipo y futbolistas favoritos por todos los medios de comunicación posibles. La información deportiva generalista es ocupada casi en un 80 % por el fútbol, desplazando al resto de los deportes a informaciones muy escuetas y siempre minoritarias, tanto en la prensa como en la radio o en la televisión.

De hecho, hay programas de radio, canales de televisión, revistas y periódicos exclusivamente dedicados a ofrecer información de este deporte. Hay gran cantidad de tertulias futbolísticas en las televisiones públicas en los horarios de máxima audiencia, innumerables páginas webs y diarios digitales, juegos de mesa y juegos digitales y juguetes con el fútbol como protagonista absoluto.

No es de extrañar con tal invasión futbolera que todos, aunque algunos renieguen de ello, disfruten ante un buen partido de fútbol, máxime si quien juega es la selección nacional.

El fútbol como vía de escape

El éxito arrollador que tiene este deporte y por el que consigue ir mucho más allá del puro y simple divertimento es la capacidad que tiene para que las personas consigan desconectar de la rutina y de los problemas diarios.

Y es que el deporte rey funciona como un bálsamo, como una isla desierta paradisiaca para el ciudadano medio que consigue que todos sus problemas desaparezcan mientras sigue un partido de su equipo o de la selección, cuando se enaltece defendiendo sus colores o admira las habilidades de un jugador.

Además, ahora existe la posibilidad de aprovechar los amplios conocimientos que los seguidores del fútbol poseen para ganar dinero, gracias a las muchas casas de apuestas que gracias a internet se han extendido, facilitando esta posibilidad a todo aquel que tenga un ordenador y acceso a internet.

Las casas de apuestas ofrecen códigos promocionales PMU y otras ofertas para llamar la atención de los asiduos al fútbol, y a otros deportes, para que puedan ganar algo de dinero gracias a sus profundos conocimientos sobre la materia.

Por este y otros motivos relatados anteriormente, este espectáculo deportivo funciona como válvula de escape perfecta ante la realidad económica que nos aturde diariamente. En este sentido, las cifras nos dan la razón, pues en pleno corazón de la crisis, en los peores años de esta, la asistencia a los estadios creció en más de medio millón de entradas.

El fútbol genera una posibilidad, legal y aceptada por la sociedad, para descargar la ira y la frustración que nos produce la política, la economía, la situación propia y particular de cada uno, y la sustituye por alegrías, pasión y entusiasmo, sirviendo de instrumento regenerativo con el que nos sentimos más descansados y relajados tras soltar parte de lo acumulado en forma de gritos y deseos positivos y negativos. En definitiva, el fútbol es una terapia de 90 minutos de alto valor emocional.

Valor económico del fútbol en España

El valor del fútbol no deja de crecer, ya sea por su valía como medio eficaz para entretener a las masas o como fórmula para hacer dinero, la realidad es que el deporte rey vale en este momento 40 veces más que hace tan solo 25 años.

La suma de los derechos televisivos y el dinero que invierten los magnates del fútbol en el mercado de fichajes disparan año tras años los ingresos que recibe este deporte. Valga como ejemplo que en 1990, hace apenas tres décadas, La Liga ingresaba directamente de los derechos de las retrasmisiones de sus partidos por televisión alrededor de 40 millones de euros. En la actualidad, esta cifra supera los 1.700 millones de euros al año.

En cuanto a los fichajes, cabe destacar que seis de los diez traspasos más caros de la historia del fútbol se han realizado en los últimos dos años, pagándose más de 65 millones de euros por tres jugadores, aunque el récord absoluto lo tiene en este momento el jugador Neymar, con 117 millones de euros.

Esta desproporción en el mercado de fichajes se debe fundamentalmente al impresionante incremento en el precio de los derechos de televisión y a la llegada al fútbol de las grandes fortunas, las cuales no han sido generadas por esta industria.