Los palacios, yates y Ferrari Enzo ya no son suficientes. Los hombres más ricos del mundo han encontrado un nuevo juguete favorito para subir la adrenalina. Un equipo de fútbol. Ya podrían formar su propia liga en la que compiten por un círculo limitado de jugadores y entrenadores inflando el mercado europeo hasta niveles nunca vistos. Compran y venden sin pensárselo dos veces y aprovechan sus enormes fortunas para conseguir transacciones que dejan boquiabiertos a los aficionados y expertos del fútbol.

El ejemplo más reciente es la operación Eto'o. El delantero camerunés del Inter se ha convertido de la noche a la mañana en el jugador mejor pagado del mundo gracias a su traspaso a un modesto club de la república rusa de Daguestán (Cáucaso Norte). Eto'o ganará 20 millones de euros al año durante tres temporadas en el Anzhí de Majachkalá, a merced de su propietario, el multimillonario ruso Suleiman Kerimov. En total, entre traspaso y ficha, la llegada de Eto'o le ha costado más de 100 millones de euros.

Solo hace nueve meses pocos aficionados al fútbol en Europa habían oído hablar del Anzhí. El club regresó a la Liga rusa en el 2009 tras siete años en segunda división. Los milagros comenzaron en enero de este año cuando el club pasó a las manos de Kerimov, cuyo primer fichaje fue el exmadridista Roberto Carlos.

La ambición de Kerimov

Este verano a Majachkalá llegaron el húngaro Balazs Dzsudzsak, del PSV Eindhoven, que le costó a Kerimov 14,5 millones, y el ruso Yuri Zhirkov, procedente del Chelsea, propiedad de otro magnate ruso, Roman Abramóvich, por 15 millones. De momento, el Anzhí es quinto en la Liga rusa. Las estrellas del club viven y entrenan en Moscú, a más de 2.000 kilómetros de Majachkalá, y solo se desplazan a casa los días de partido.

El verdadero alcance de las ambiciones del nuevo propietario del Anzhí salió a la superficie cuando se filtraron los rumores de que Kerimov había ofrecido en marzo 25 millones de euros al año nada menos que a José Mourinho. Para seducir al "mejor técnico del mundo", en palabras de Kerimov, le había prometido fichar también a Cristiano Ronaldo entre otras estrellas de primera fila como el serbio Vidic, central del Manchester United, o el brasileño del Barça Dani Alves. Sin embargo, el entrenador portugués, a quien el Manchester City le había prometido anteriormente 20 millones de euros anuales, ni siquiera se lo planteó.

El multimillonario ruso no se rinde. Promete invertir otros 200 millones en la construcción de un estadio en Majachkalá con capacidad para 40.000 espectadores que cumpla con las exigencias de la UEFA. El reto es hacer ruido en la Champions.

No siempre la aparición de un nuevo propietario muy rico significa un cuadro tan idílico. El magnate checheno Bulat Chagaev, dueño del Neuchatel suizo, nada más entrar en el vesturaio ha metido miedo a los jugadores y al personal del club. Tras un empate reciente en el campeonato nacional, Chagaev atacó al entrenador sevillano del Neuchatel, Joaquín Caparrós. Según la prensa suiza, el magnate trató de saltarle al cuello al técnico, pero lo impidieron los guardaespaldas del checheno. El intento de defender a sus jugadores de la ira del nuevo dueño ya le ha costado el puesto a Caparrós.

Chagaev, quien afirma que compró el club "por un franco suizo", no oculta sus ambiciones de llevar al Neuchatel a la Liga de Campeones. Para conseguirlo, ha prometido inculcar a los futbolistas "el estilo checheno del fútbol". Entre otras medidas, Chagaev pretende cambiar el nombre del club a Neuchatel Vainaj (una palabra chechena que significa nuestro pueblo).

Además de los nuevos ricos rusos, los personajes más activos en el mercado son los jeques árabes. La compra del Manchester City en el 2008 por parte de miembros de la familia real de Abu Dabi, y el posterior fichaje de Robinho por el club inglés, causaron un gran revuelo. Una de las pocas voces importantes que ha aplaudido ese desembarco ha sido la de Mourinho, que opinó que la inyección de la "sangre árabe" será positiva para el fútbol europeo afectado por la crisis.

Desde que el jeque Sulaiman Al-Fahim compró el Manchester City, ha invertido en él más de 750 millones, pero ha recibido el rotundo "no" de varias estrellas de primera fila. Kaká, Villa, Buffon y Henry, entre otros, rechazaron la tentadora propuesta del jeque. Aun así, los blues de Manchester pueden presumir de una gran plantilla, con cracks como Silva, Touré Yaya, Tévez y --el último gran fichaje-- Agüero.

El jeque catarí Abdullah Bin-Nasser Al-Thani, dueño del Málaga desde hace un año, al parecer no tiene tanta debilidad por los galácticos. Su gran fichaje del verano ha sido el de Cazorla, comprado al Villarreal por 23 millones, récord absoluto de la historia del Málaga.