Resulta todo tan singular en Ibrahimovic que antes de ponerse la camiseta azulgrana deberá pasar hoy por el quirófano. O sea, el Barça tendrá que esperar para el debut de su nueva estrella ya que estará tres semanas de baja. Hoy antes de jugar hará una visita al quirófano para ser operado de "una fractura en la base del segundo metacarpiano de la mano izquierda", como reveló ayer el secretario técnico Txiki Begiristain.

Los médicos tenían una vía más conservadora para superar la lesión que sufrió el sueco en el amistoso Inter-Chelsea, pero han elegido finalmente la intervención. Y sin tiempo que perder, hoy le toca pasar por el quirófano. "Se pierde la ida de la Supercopa y jugará algunos minutos en el Gamper", explicó Begiristain, confirmando que hasta el 19 de agosto no se verá al nuevo delantero centro del Barça en el campo. Jugará un poco de Gamper y la vuelta de la Supercopa en el Camp Nou (23 de agosto) porque Jose Mourinho, el técnico del Inter, ajeno a un negocio tan delicado, decidió jugar con Ibrahimovic un amistoso veraniego, condicionado además por las exigencias publicitarias. Sin Ibra, el Inter valía menos. Y con Ibra, aunque fuera media hora, la maldita media hora que le costó la fractura de la mano izquierda, vale mucho más. Y el Barça recibe ahora a un delantero lesionado.