Siempre he sostenido que la figura del entrenador de fútbol está sobrevalorada. No digo que la labor del técnico no sea importante, no, pero a veces parece que son los que marcan los goles. En Extremadura, me gusta el perfil estudioso, dialogante y humilde de Manolo Mendoza (Don Benito), sin duda un tipo apasionado por su trabajo, tanto que a veces se pasa (ayer fue expulsado en Coria). También lo da todo José Luis Montes (Cacereño), persona de aparente rudeza del que sorprende su apuesta inequívoca por el grupo y la cantera, al punto de casi despreciar la posibilidad de fichar, algo insólito, con el ´pero´ de su poco elegante crítica a su antecesor, Manolo. Insisto en que los entrenadores son importantes, pero los que marcan las diferencias son los jugadores. ¿Acaso Guardiola tiene mucho que ver en las continuas exhibiciones de Messi? No, no, el argentino está muy por encima de todo. De los técnicos. De los aficionados. De los jugadores. En futbolistas como él no valen tácticas, ni técnicos, ni entrenamientos. Messi es otra cosa.