Daniel Nieto Trinidad (14-3-2000, Mérida) va para nueva estrella en el firmamento el deporte extremeño. O ya directamente lo es: acaba de renovar su título nacional junior en el Campeonato de España de judo y, quizás esto tenga más mérito, ya es subcampeón nacional a nivel absoluto en su categoría, la de -81 kilos.

«Fui con muchas ganas porque pensaba que podía ganar a cualquiera, pero me sorprendió verme en la final», recuerda sobre esa competición, que tuvo lugar en Fuenlabrada el pasado mes de noviembre. Solo le superó el valenciano Alfonso Urquiza, aspirante a ser el representante español en los Juegos Olímpicos de Tokio-2020.

En el campeonato junior, disputado en Alcalá de Henares en febrero, Nieto reconoce que «acudía como favorito porque ya había ganado el año anterior e hice lo que tenía que hacer, aunque fue complicado».

Se trata de un ‘loco’ del judo, deporte que practica que tenía 4 años para seguir la estela de su hermano Julio. «Nunca he hecho fútbol», asegura para confirmar que su camino siempre estuvo en este arte marcial que al principio era «un juego» y luego algo mucho más importante. «No fue hasta los 13-14 años no me lo tomé más en serio», cuenta.

Su progresión le procuró pronto, con 15, una plaza en el Centro de Tecnificación de la Ciudad Deportiva de Cáceres y desde allí, en noviembre de 2018, al Centro de Alto Rendimiento de Madrid, en la residencia Blume. «Se entrena muy bien. Hay mucha gente y el nivel sube. La ciudad me parece muy caótica, pero necesito estar aquí», apunta. No ha abandonado su club de siempre, el Stabia emeritense: «Siempre me han apoyado mucho».

Mirando a París-2024

Mirando a París-2024El pasado curso empezó Ciencias del Deporte, pero lo dejó porque no le gustaba, asegura. Ahora ha empezado a preparar oposiciones para la Policía Nacional más a largo plazo. Su vida es el judo. «Entreno dos horas por la mañana y otras dos por la tarde», comenta. Para triunfar en su deporte sostiene que «se necesita un conjunto de todo. La cabeza es superimportante. Tener una táctica buena y aguantar en los momentos decisivos».

Para Tokio-2020 va a ser demasiado pronto, pero los Juegos Olímpicos de París-2024 aparecen en su horizonte. «Es el objetivo», reconoce.

Aparte de hacer una llave tras otra a sus oponentes en el tatami, a Dani le gusta «estar con los amigos» y «la pesca, aunque ahora la tengo muy abandonada. Pero he ido mucho a embalses y ríos. ¿Tiene algo que ver con el judo? Bueno, en las dos cosas se necesita paciencia, pero como con todo en la vida».

Su próxima cita es la Copa de Europa junior en Coimbra (Portugal). «Si saco medalla me clasificaría para Europeo y Mundial. Ahora mismo me encuentro bien, pero habrá que ver», aventura.

¿Y el nivel del judo en Extremadura, cómo lo ve el que probablemente es su mayor exponente de futuro? «Tiene que ir subiendo poco a poco para que salgan más judocas de nivel alto más a menudo», responde.