La tenista número uno del mundo, la francesa Amelie Mauresmo, se proclamó ayer campeona de Wimbledon, tras vencer en la final a la belga Justine Henin-Hardenne por 2-6, 6-3 y 6-4, en dos horas y dos minutos. Es la primera vez que una tenista francesa, desde que lo lograra en 1925 Suzanne Lenglen (consiguiendo su sexto Wimbledon), consigue hacerse con el título en el césped del All England Club. La francesa consiguió imponerse a la número tres del mundo para abrazar su primer título en esta competición, donde por primera vez en su carrera alcanzaba la final. Es también el segundo Grand Slam para Mauresmo, que el pasado enero se impuso a esta rival en el Abierto de Autralia. Henin desplegó su mejor juego en el primer set, pero terminó cediendo ante el ímpetu de la francesa.