El italiano Alessandro Petacchi recuperó la supremacía del esprint después del paréntesis de Freire y se impuso fiel a su estilo, con claridad y poderío, en la séptima etapa de la Vuelta que se disputó entre Castellón y Valencia, de 170 kilómetros, en la que los favoritos guardaron fuerzas para la contrarreloj de Almussafes y el español Manuel Beltrán salió de nuevo con la prenda dorada de líder.

Una vez más Petacchi remató el trabajo especial de sus guardianes del Fassa, el equipo que anhela todo esprinter que se precie. Una labor organizada en la que Guido Trenti, último impulsor, le dejó la victoria en bandeja a falta de 150 metros de la línea de meta, allí donde el hombre bala del pelotón mundial no falla, por mucho que se le peguen a rueda rivales de la talla del alemán Zabel y Freire, una vez más relegados.

HOMBRE CLAVE Trenti tiene nacionalidad estadounidense, ya que su madre es de Boston, pero no habla palabra de inglés. El 6 de abril tuvo un accidente con 6 fracturas, pero no fue obstáculo para recuperarse y llegar en condiciones a la Vuelta. "Le quiero mucho. Compañeros y ciclistas como él no se encuentran fácilmente", dijo el ganador.

Parece que Petacchi coge el tono y que cada vez tiene mejores sensaciones en carrera, lo que no supone para el corredor de La Spezia ninguna presión para intentar igualar las cinco victorias del año pasado. "Mi temporada con 20 victorias ya es increíble", dijo. En esta edición lleva tres y aún tendrá al menos dos opciones más cuando pase la montaña. Ahora le tocará sufrir mientras los escaladores disfrutarán de su tiempo de alegría.

Camino de Valencia sufrió mucho por el calor, que no le gusta nada, pero estuvo donde tenía que estar en el momento preciso. Alzó los brazos con un tiempo de 3h.53.04. Freire tiró la toalla al ver que no podía dar alcance al ciclista transalpino.