No hay buenos ni malos resultados cuando existe una imperiosa necesidad. Cuando el agua está al cuello y no hay margen para respirar. Es ganar o ganar para seguir con vida. Y no vale mirar más allá. Así se pinta el partido de este sábado para el Extremadura en Soria (17.00 horas). Ante el Numancia, a los de Manuel solo les vale un triunfo si quieren seguir con la calculadora encendida una semana más. Los números le permitirían cuatro victorias y un empate, pero ojo, ese empate nunca sería válido ante un rival directo como el Numancia, por lo que ganar no es una opción, sino una obligación.

«Está claro que es una nueva final porque detrás del partido puede haber un abismo. Y así lo vamos a tomar», admitía Manuel Mosquera este viernes en la previa del encuentro. El técnico gallego considera que el triunfo del pasado miércoles ante el Racing ha abierto esa ventana de esperanza y confianza que necesitaba el equipo, aunque todavía hay parte de la afición escéptica sobre las opciones de salvación de los azulgranas: «Hay gente que hemos metido en el barco y ahora vamos a Soria a ganar para convencer a todos los demás», apuntaba Manuel.

La expedición azulgrana ha partido este viernes rumbo a Soria mediante conexión de vuelo entre Talavera y Zaragoza y algo más de una hora de autocar hasta la capital soriana. Descansará en un hotel de concentración hasta la hora del encuentro.

El Extremadura no dispone de tres jugadores importantes para la cita de este sábado: Kike Márquez, Pastrana y Olabe. El primero está descartado para lo que resta de temporada, mientras que Pastrana y Olabe no llegarían al 100% para este partido y Manuel necesita a gente apta para un encuentro que se antoja como una auténtica batalla por las necesidades de ambos conjuntos.

No se descarta que el técnico gallego apueste por el mismo once inicial que el pasado miércoles ante el Racing, reservando la posibilidad de que Nono, que ha estado toda la semana entre algodones, pudiera ser el gran revulsivo en la segunda mitad. También los buenos minutos de Kike Carrasco, el joven talento almendralejense, en los últimos partidos le dan opciones para ser jugador importante en este tramo final de temporada.

Sobre el Numancia, Manuel considera que es un equipo que «llevaba mucho tiempo sin ganar, pero cuando tenían más necesidad, hace dos partidos, ganaron al Oviedo en casa. Es un equipo con mucha experiencia y que en su campo suele ser difícil de derrotar».

Además de tres puntos de oro, Extremadura y Numancia se juegan el golaveraje. Teniendo en cuenta que Albacete, Málaga y Lugo jugarán el domingo, el Extremadura tiene su gran ventana de oportunidad esta tarde en Soria. Ganar sería meterse en la pomada y lanzar un aviso a sus rivales. Pero solo vale ganar. Es una obligación para vivir.

El Numancia

Si tiene alguna fortaleza el Numancia en esta Segunda División, esa es, sin duda, el estadio Los Pajaritos. Ahí, los equipos sufren partidos tediosos y espesos que suelen decantarse casi siempre para el lado local, experto en controlar encuentros con marcadores ajustados. Sin embargo, el Numancia ha perdido esa magia esta temporada. Solo ha sumado un triunfo en los últimos 14 partidos y cuenta con la peor dinámica de toda la categoría, un factor que le ha llevado de acabar la primera vuelta en puestos de playoff a estar ahora en descenso a escasos 15 días de que acabe la temporada. Un derrumbe casi inexplicable que produce temor en el cuadro numantino.

Tan bien lo estaba haciendo el Numancia este año que su directiva había decidido renovar por una temporada más a Luis Miguel Carrión, su entrenador, que sin embargo se encuentra ahora más que nunca en la picota. La derrota del pasado miércoles ante el Lugo llegó a debatir su destitución para darle margen al Numancia de una reacción final, pero de momento, el club soriano ha mantenido la calma que tanto le ha caracterizado y que le hace ser el equipo más veterano de la categoría.

Ante el Extremadura, el Numancia se juega media permanencia. El cuadro rojillo tiene algunas balas más que el azulgrana, pero también, a nivel psicológico, le puede provocar más miedo el partido que al Extremadura. Porque los de Almendralejo llevan toda la temporada en el barro. Y el Numancia acaba de ensuciarse ahora.

Para el partido de esta tarde, Carrión tiene la duda de uno de sus mejores jugadores, Alberto Escassi, que ya se perdió por lesión el encuentro ante el Lugo. Entre sus principales peligros se encuentra Higinio, un delantero insistente que lleva nueve goles este año. Y Curro, un media punta con un disparo mortal desde larga distancia. Lleva 11 goles.

El Numancia pierde fuelle sin su público. Y tiembla ante la situación. Y eso, el Extremadura, debe saber leerlo bien.