La clave es la ilusión. Es ese sentimiento el que empuja a un grupo de jugadoras a darse auténticas palizas para disputar un partido de fútbol sala a cientos kilómetros de sus casas. Y lo hacen por eso, por ilusión y ganas de competir, porque su único premio es la victoria. «Hay entrenadores, profesionales que viven de esto, que me dicen que quienes realmente vivimos el deporte somos nosotras, que en ocasiones viajamos durante toda la noche para jugar en Melilla». Lo cuenta Ana Pérez, preparador de la UD La Cruz Villanovense.

Esa ilusión se ha multiplicado ahora, con el equipo inmerso en la preparación para jugar el playoff (Murcia). Y, si ganan, una semana después, el día 25, deberán volver al mismo escenario para medirse al Alcantarilla FSF, campeón del grupo. El premio, la élite.

«Yo ya tengo planificados los entrenamientos de la semana siguiente [a la semifinal]», dice optimista la entrenadora del conjunto serón. Para Ana Pérez la posibilidad de disputar este playoff «Siendo sincera, yo no creía que se iba a jugar», reconoce, por la pandemía del coronavirus. Por eso durante el confinamiento no mandó a sus jugadoras ningún plan específico de preparación, «aunque todas han sido muy responsables y se han cuidado mucho». Dice la preparador, exfutbolista del equipo que ahora entrena, que sí se reunía con ellas por vía telemática, «aunque solo para hacer dinámicas de grupo, para pasarlo bien y no perder el contacto».

Tres entrenamientos semanales

Pero las jugadoras se han entrenado por su cuenta y eso se ha notado en la vuelta a los entrenamientos. «¡Parece que no han estado confinadas!». Ahora entrenan tres días a la semana (empezaron siendo dos). No se pueden más, cosas del deporte humilde. «Prácticamente todas las jugadoras tienen que desplazarse y es imposible entrenar más días, hay que ahorrar costes», detalla.

Todo se suple con ilusión. «Te garantizo que todo lo hace la ilusión; en nuestro caso no hay otro aliciente que la ilusión», enfatiza Ana Pérez, que indica que ese sentimiento se ha trasladado a la afición, «escasa, quizás, pero muy fiel. Ahora nos preguntan si van a poder acompañarnos, animarnos desde la grada, algo que creo será muy difícil».

Ana Pérez sabe que por delante tienen un reto difícil, pero no complicado. «Son dos equipos, Melilla y Alcantarilla, a los que no les tengo miedo alguno. Creo que en nuestro grupo había equipos por debajo que incluso nos lo ponían más difícil», añade, nombrado al Deportivo Córdoba, un club recién descendido de Primera. Al conjunto de la ciudad autónoma le ha ganado su único enfrentamiento esta temporada (3-1) y con el murciano empató en un gran partido en Villanueva de la Serena (2-2). «Melilla se nos da bien y aunque Alcantarilla hace mejor fútbol, creo que también podemos ganarles».

Ana Pérez cuenta con 13 jugadoras para el playoff, por lo que tendrá que dejar a una fuera el día del partido. Viajarán todas y, como excepción, lo harán un día antes. «Se lo he pedido al club y será así, ellos también están muy ilusionados y saben que hay que hacer un esfuerzo». Todo, con el objetivo de hacer historia. Todo con el reto de llegar a lo máximo.