El Wolfsburgo derrotó a domicilio (2-3), con dos goles de Julian Draxler y uno de Max Kruse, a un aguerrido Gante, que estuvo cerca de lograr la remontada tras haber estado tres goles por debajo en el marcador y que en una gran recta final mantiene viva la eliminatoria. El resultado es bueno para el Wolfsburgo pero, en vista de cómo se desarrolló el partido, a la postre le deja un sabor agridulce. En un partido con mucha presión de ambos equipos, eran los alemanes los que más peligro creaban y antes del descanso se adelantaron. Después siguieron dominando y vieron puerta en dos ocasiones, pero al final se relajaron permitiendo al Gante seguir con opciones.