La Federación Española de Baloncesto ha logrado el seguro médico que los Toronto Raptors exigían para permitir que Jorge Garbajosa dispute el Europeo 2007 con la selección campeona del mundo o, por el contrario, se lo vuelve a denegar, según informaron a Efe fuentes oficiales del organismo federativo.

La FEB ha culminado con éxito las intensas gestiones que desde hace días desarrollaba para conseguir una póliza que respondiese a los requisitos de los Raptors y sólo espera que éstos le comuniquen si dan luz verde a Garbajosa para jugar o insisten en impedírselo.

El seguro ha dejado de ser un problema para que Garbajosa defienda la camiseta nacional en el tercer Eurobasket organizado por la FEB. Ahora todo depende de la postura del equipo que el pasado 24 de agosto emitió un comunicado oficial para manifestar su oposición a la presencia del internacional español en el campeonato continental, de acuerdo a las mismas fuentes.

El infatigable trabajo que los máximos responsables de la Federación han desplegado para suscribir la póliza exigida por Toronto traspasa a la franquicia canadiense la decisión final. Garbajosa tiene tal deseo de jugar con España que ha llegado a ofrecerse para pagar parte del coste del seguro. No será necesario porque la FEB nunca lo hubiera admitido, ha logrado cerrar un acuerdo y entiende que, a partir de aquí, son los Raptors quienes deben actuar.

Bryan Colangelo, director general de Raptors, ha topado con una situación que jamás habría considerado. Por un lado, Garbajosa se ha recuperado de la grave lesión de tobillo que sufrió mediada su primera temporada en la liga más importante del mundo mucho antes de lo previsto gracias al tesón, el sufrimiento y el empeño por curarse que ha exhibido desde el mismo instante en el que una mala caída le ensombreció el futuro con la selección.

Por otro, el afamado directivo de los Raptors tampoco contempló nunca la posibilidad de que la FEB, sin ruido, con respeto y acorde a los deseos de uno de los jugadores más determinantes que han defendido el escudo español, lograse suscribir un seguro médico tan complejo, tan difícil y tan intrincado que cubriese cualquiera de los riesgos a los que Garbajosa, como cualquier otro jugador, se expone cada vez que sale a la pista.

La gran dificultad que cuestionaba la viabilidad de la póliza suscrita por la FEB para salvaguardar a Garbajosa de cualquier riesgo en el Europeo radicaba en el hecho de que las compañías de seguros nacionales e internacionales nunca habían tenido que cuantificar el coste de un seguro semejante.

Asegurar a un jugador que viste de rojo -blanco o azul-, acaba de salir de una grave lesión y quiere jugar una competición internacional de máxima exigencia con su país por mero compromiso y placer en contra de los deseos de la empresa que le paga cuatro millones de dólares al año y de los diagnósticos médicos -le auguraban un mínimo de seis meses para recuperarse-, supone un supuesto inédito para las empresas del ramo.

Las aseguradoras desconocían el precio de una póliza adecuada al respecto, luchaban entre la incertidumbre, el riesgo económico y la ocasión de apuntarse un gran tanto desde el punto de vista promocional de cubrir a un jugador de la selección campeona del mundo y de la NBA en una situación insólita, así que nunca desecharon ni descartaron la opción de materializar el milagro, finalmente concretado en un acuerdo que, conforme a la posición oficial de los Raptors, despejase el camino de Garbajosa hacia el Eurobasket.

La diferencia horaria entre España y Toronto -seis horas- prolonga la incertidumbre sobre la presencia del internacional español en el Europeo 2007. También la suerte de Jordi Trias, un jugador que ha asumido de forma ejemplar la falta de reconocimiento a su actitud -tan valiosa como la del ala-pívot campeón del mundo-, pero el esfuerzo y la diligencia de las personas que han posibilitado la consecución de una póliza así de novedosa han puesto en un dilema a los responsables de los Raptors.

Garbajosa, como Trias y la FEB, han puesto todo de su parte para lograr lo que nunca había sucedido. Ahora, los Raptors tienen que demostrar que juegan con cartas limpias. Nada les impide otorgar el permiso para que el hombre clave de España vuelva a salir al parqué para luchar por su selección. Pueden negarse, pero el jugador también sabe que dispone de futuro en cualquier otro equipo de la NBA, que nadie está esclavizado por un contrato en el mundo civilizado y que el esfuerzo de tantas personas, empezando por Jordi Trias, merece un premio.