Inesperado, sorprendente y muy doloroso. Así fue el debut de Garbiñe Muguruza en el Masters femenino de Singapur. La tenista española dejó escapar un match ball con 5-2 y saque, después de haber remontado un mal inicio, para acabar entregando la victoria a la checa Carolina Pliskova por 6-2, 6-7 (4-7) y 7-5.

La primera manga fue decepcionante para Muguruza que cedió en apenas 32 minutos, desarbolada por Pliskova, número 4 mundial, que impuso un ritmo muy alto, aprovechando su saque (5 aces). Muguruza no encontró respuesta aunque su entreenador Sam Sumyk bajó a la pista a tranquilizarla. «Debes intentar alargar más el punto, hacerla jugar», le pidió. No logró su propósito. La española cedió la manga a Pliskova que, en la segunda, se adelantó 2-0 y 3-1. Pero Muguruza rompió el saque de Pliskova por primera vez. Eso creó las dudas a su rival que vio como la española, inesperadamente, tomaba el mando en el marcador por primera vez (4-3) y se colocaba 5-3, tras un segundo break. Pero no lo aprovechó. La ansiedad volvió a atrapar a Muguruza. La checa se adelantó 3-1. Muguruza volvía a estar contra las cuerdas pero reaccionó para acabar apuntándose el juego decisivo (7-4) y forzar el tercer set. Y en el último, el desastre.