Sin haber jugado un solo minuto durante la pretemporada con el Tottenham, Gareth Bale se concentró ayer con la selección de Gales, que mañana juega un amistoso en Cardiff contra la República de Irlanda. Lo hizo a la una y media de la tarde y cuatro horas después saltó a entrenarse al margen de sus compatriotas seleccionados por Chris Coleman. No está descartado que participe en el partido internacional, aunque eso le dejaría sin argumentos para negarse a jugar con su equipo en la primera jornada de la Premier, el sábado próximo contra el Crystal Palace. El Madrid sigue confiando en que el tiempo y la actitud del jugador jueguen a su favor, pero el presidente y dueño del club londinense, Daniel Levy, continúa sin considerar la oferta de 98 millones que ha recibido de Florentino Pérez.

Después de borrarse de la presentación ante su afición contra el Espanyol el sábado pasado, Bale apareció por Dragon Park para ejercitarse en solitario durante 40 minutos. Hizo carrera continua, series de esprint y también tocó balón.

Jugar contra Irlanda mañana supondría un verdadera provocación hacia Levy y sería visto con muy buenos ojos por Florentino Pérez.

MESSI, DUDOSO Mientras, el Barça regresó ayer a los entrenamientos, una sesión bajo mínimos ya que Martino no pudo contar con los internacionales convocados por sus respectivas selecciones. Uno de ellos es Messi, quien ayer llegó a Roma, donde mañana Argentina juega un amistoso ante Italia. Los médicos del combinado albiceleste hicieron varias pruebas a la estrella del Barça por la sobrecarga muscular que le impidió disputar el último partido de la gira en Kuala Lumpur. El domingo empieza la Liga en el Camp Nou, ante el Levante, y Messi no quiere forzar jugando un duelo intrascendente, por lo que su alineación es muy dudosa.

Mientras, se sigue buscando un central. El Liverpool rechazó ayer la oferta del club azulgrana de 17 millones por Daniel Agger.