Los Lakers recobraron la confianza en sí mismos y respondieron con carácter a los Rockets de Houston (111-98), en un partido que exhibió una primera parte de baloncesto vibrante y desembocó en una bronca segunda mitad, con acciones al límite. Kobe Bryant resultó letal. Sus 40 puntos hablan por sí solos, al igual que los 22 puntos, 14 rebotes y la gran defensa de Pau Gasol, claves para unos Lakers que neutralizaron al pívot Yao Ming (12 puntos y 10 rebotes), pero que volvieron a sufrir a un tremendo Ron Artest (25 tantos), que perdió la cabeza en la recta final.