Pau Gasol no pudo empezar mejor la nueva temporada de la NBA. Después de festejar su segundo título de campeón, en una ceremonia cargada de emoción en el Staples Center de Los Angeles, protagonizó una actuación de estrella con 29 puntos y 11 rebotes, y evitó que los Houston Rockets le aguaran la fiesta a los Lakers (112-110).

"Todo salió bien, pero fue un partido complicado como siempre son los inaugurales", explicó el pívot español, feliz tras recoger su segundo anillo de campeón de manos de Ron Artest. "Es un acto que genera emociones especiales. Además, ver colgado el banderín con el 16º título de campeones es algo grandioso", admitió Gasol.

A los Lakers, quizás afectados por la atmósfera del Staples, les costó entrar en el partido y llegaron a verse con 15 puntos por debajo frente a unos sólidos y agresivos Rockets. El equipo de Houston recuperó al pívot Yao Ming (9 puntos, 11 rebotes), que reapareció tras una temporada en blanco por lesión. La clave para los Lakers fue la aportación de Shannon Brown, que apareció con 16 puntos y 4 robos, además de los tres triples de Steve Blake, que elevaron el rendimiento del banquillo angelino. Bryant acabó con 29 puntos. Y en los Rockets, los mejores fueron Brooks (24), Martin (26) y Scola (18).