El estadounidense Justin Gatlin, campeón mundial y olímpico y plusmarquista mundial de 100 metros, no volverá a competir en su vida si se confirma el positivo por testosterona al cabo del proceso abierto por la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA), confirmó ayer la IAAF.

El anuncio hecho este sábado por Gatlin de que dio positivo por testosterona tras la reunión de relevos de Kansas, el 22 de abril pasado, ha llevado a la IAAF a reafirmarse en su política de persecución del dopaje.

El presidente de la IAAF, el senegalés Lamine Diack, lamentó que "una de las grandes estrellas de este deporte se enfrente a graves cargos de dopaje", pero aprovechó la ocasión para reafirmar "el compromiso total de la IAAF en la lucha contra el dopaje".

"Para defender el crédito de nuestro deporte", añadió Diack, "pondremos todos nuestros esfuerzos, en colaboración con socios como la USADA, para defender a la mayoría de los atletas, que están limpios, contra aquellos que violan las reglas contra el dopaje".

AUDIENCIA La IAAF tomó nota de que Gatlin ha dado su conformidad para asistir a una audiencia con el Comité de Apelación de la USADA, que tendrá lugar "en breve plazo". "Si el proceso abierto por la USADA concluye en una confirmación de la violación del reglamento antidopaje", aseguró la IAAF, "la sanción será a perpetuidad", aseguró la IAAF.

Gatlin, plusmarquista mundial de 100 metros junto al jamaicano Asafa Powell (9.77), reconoció en un comunicado hecho público este sábado que conocía la existencia de un control antidopaje positivo por testosterona realizado en abril pasado.

"Fui informado de que tras la prueba de relevos que corrí en Kansas City el pasado 22 de abril di positivo por testosterona, pero no puedo aportar nada a esos resultados, pues no tengo conocimiento de haber utilizado ni he dado mi consentimiento a que me fueran suministradas sustancias prohibidas", dijo Gatlin en su comunicado.

Gatlin dio positivo en una anterior ocasión, por anfetaminas, durante los campeonatos júnior de Estados Unidos de 2001, que se disputaron en la Universidad de Tennesse, pero su sanción fue reducida a un año al considerar la IAAF que el velocista norteamericano había tomado un medicamento para corregir una enfermedad que le producía un déficit de atención.