"En estos últimos tiempos todos hablan de que el tenis necesita la irrupción de nuevos jugadores. Querían algo nuevo y yo se lo he dado". A Daniil Medvedev no se le movió ni un solo pelo de su alborotada (y escasa para sus 23 años) cabellera al hablar sin tapujos de su candidatura al asalto del eterno 'Big Three'. El tenista ruso lleva todo el 2019 rellenando los impresos a base de victorias y este domingo, al alzarse con el Masters 1.000 de Shanghái, los selló en la ventanilla correspondiente. También tramita su entrada en la élite la estadounidense Coco Gauff, que tras ser la revelación en Wimbledon logró su primer título WTA en Linz (Austria) con solo 15 años.

Medvedev aparecerá este lunes por delante de Roger Federer en la Race, la clasificación del 2019, solo por detrás de Novak Djokovic y Rafael Nadal. "Para superar a Roger necesito ganar 21 Grand Slams", relativizó el nuevo número 3 del año al recoger el trofeo. Su 2019 está siendo sensacional. Tras derrotar a Alexander Zverev por un clarísimo 6-4 y 6-1 en 73 minutos, suma más partidos ganados (59) que Djokovic (48), Nadal (47) y que Federer (45).

"EL MEJOR JUGADOR DEL MUNDO"

"Eres probablemente el mejor jugador del mundo en este momento", le elogió en la entrega de premios Zverev, con 22 años otro miembro destacado de la 'Next Gen', los aspirantes al ansiado relevo generacional, junto al griego Stefano Tsitsipas (21), el ruso Karen Khachanov (23) y el italiano Matteo Berrettini (23). Probablemente el alemán tenga razón, pues desde Wimbledon el ruso ha alcanzado la final en los seis torneos que ha disputado, y ha ganado tres. Quizá haya que volver a hablar del 'Big Four' y no por el regreso de Andy Murray.

La gira americana le ha granjeado 4.350 puntos a Medvedev, más que a Nadal (3.000), su verdugo en Montreal y en el Abierto de EEUU, y que a Djokovic (1.220), a quien derrotó en sus dos últimos duelos. "Algo hizo clic con mi juego en EEUU y comencé a entender aún más sobre mi manera de jugar, sobre mi servicio, mi volea y, sobre todo, qué tengo que hacer y cuándo", explicó Medvedev tras sumar su cuarto título del año, los mismos que Nadal, 'Nole' y Dominic Thiem. La consistencia en la pista del ruso (demostrada con creces en la épica final con el mallorquín en el US Open) está al nivel de su flema: "No celebro mis victorias. Mantengo la calma y hago mi trabajo. Boom, hecho", explicó al público chino.

CAPRIATI, SELES, HINGIS...

Mucho más expresiva se mostró Coco Gauff en Austria tras sumar el primer título de su carrera y convertirse en la octava jugadora más joven de la historia (la más precoz en los últimos 15 años) en inscribir su nombre en un torneo WTA. "Recordaré este torneo el resto de mi vida. Al empezar el año ni siquiera estaba en mi calendario porque pensaba que no me clasificaría y ahora soy la campeona", dijo feliz la estadounidense, de 15 años y 7 meses, cuya gesta recuerda a otras campeonas precoces como Jennifer Capriati, Monica Seles, Gabriela Sabatini y Martina Hingis. Hoy pasará del puesto 110 al 71.

Gauff, ganadora del Roland Garros Júnior del 2018, llamó la atención global en el último torneo de Wimbledon. Primero por convertirse en la mujer más joven en acceder al cuadro principal, pero sobre todo al batir a Venus Williams en primera ronda (cuando Gauff nació, las hermanas ya sumaban 10 títulos de Grand Slam). Llegó a octavos de final. Semanas después, su eliminación en el Abierto de EEUU ante la entonces número 1, Naomi Osaka, conmovió al mundo, con ambas llorando tras el duelo.

DE LUCKY LOSER A GANADORA

Pese al revuelo, Gauff nunca había ganado a una top-40, pero en Linz rompió esa barrera derrotando a Kiki Bertens (8) en cuartos. Tampoco había alcanzado una final, y se la ganó a Jelena Ostapenko (72, ganadora de Roland Garros en el 2017) tras superar un bache en la segunda manga (6-3, 1-6, 6-2) y dejar escapar dos bolas de partido en el último set, en el que estuvo 5-0.

No fue el momento más difícil del torneo, ya que Gauff había sido eliminada en la segunda ronda de la previa, pero la lesión de otra jugadora la metió en el cuadro principal como 'lucky loser'. "No puedes perder dos veces en el mismo torneo", le animó su padre y entrenador. Y no perdió.