El Cáceres CB inició la campaña 91-92 como un auténtico novato en la Primera División de baloncesto. Había comprado su plaza al Bosco de Vigo después de fallar en la fase de ascenso ante el CABA de Albacete y no culminar una negociación con el Hospitalet. Entre el presidente, José María Bermejo, el secretario técnico, Jesús Luis Blanco, y el entrenador, Martín Fariñas, se configuró un equipo deprisa y corriendo desde una oscura sede de 15 metros cuadrados en la calle Arturo Aranguren. Aparentemente, el objetivo era la permanencia, pero una extraña conjunción de circunstancias fue haciendo crecer las esperanzas de hacer algo muy grande, como ya avisaron un notable amistoso ante el Fórum de Arvydas Sabonis y la victoria en el debut liguero ante el Caja Badajoz, en Trujillo un Día de Extremadura.