El inicio del año competitivo resultó providencial para Gerard López, que volvió a los terrenos de juego tras un mes y medio de ausencia con gol en la Copa de Francia.

El centrocampista catalán no pisaba un terreno de juego desde el pasado mes de noviembre, cuando falleció su hermano Sergi. Entró en la segunda mitad en sustitución de Di Viaio. Poco después, un fuerte disparo encarriló la clasificación para dieciseisavos de final de su equipo, el Mónaco, ante el Quaville.

En Inglaterra, el duelo de trenes entre el Liverpool y el Arsenal acaparó gran parte de la atención de los treintaidosavos de final de la Copa. La competición impulsó a Almunia, suplente habitual de Lehman. Resolvió bien todo lo que le llegó. En la portería de enfrente no estuvo su compatriota Pepe Reina, al que Rafa Benítez prefirió reservar. Sí jugaron desde el inicio Xabi Alonso y Luis García, impotente ante la fortaleza y el orden de la zaga del Arsenal.

Mikel Arteta padeció una de las peores tardes desde que juega en el Everton. No por su actuación personal, sino por el gris papel que ofreció su equipo. Albert Luque ni Gaizka Mendienta ni Iván Campo jugaron en sus equipos.