El piloto español Sete Gibernau anunció ayer su retirada tras once temporadas en la élite y lastrado por las lesiones que le han impedido brillar en esta última campaña con el equipo Ducati Marlboro en MotoGP.

"Me retiro de la competición al más alto nivel. Seguir ya no me hace feliz, y menos seguir por dinero", anunció un Gibernau visiblemente emocionado.

"He disfrutado soñando que era campeón del mundo. Viviendo mi sueño y no soñando mi vida. He disfrutado ganando carreras, jugándome el campeonato, jugándome el título hasta el final", recordó Sete quien, pese a todo, se marcha sintiéndose "un ganador" por haber podido dedicarse a lo que más le gusta.

Gibernau, que el 15 de diciembre cumplirá 34 años, ha explicado que Marlboro -su patrocinador durante las últimas nueve temporadas- y Ducati querían que siguiese un año más, "pero tenemos diferentes enfoques, diferentes prioridades, diferentes maneras de ver las carreras". Tampoco la oferta que recibió de Kawasaki le ha seducido.

RECUPERACION El piloto catalán todavía se recupera de la fractura de la clavícula que sufrió el pasado mes de junio en el GP de Cataluña y de la que volvió a ser operado en Madrid hace tres semanas tras sufrir una nueva caída en Estoril. Sin duda, otro motivo más para dejar el motociclismo al más alto nivel.

Gibernau estuvo acompañado en el día de su adiós por su novia, la modelo Esther Cañadas, y por su amigo y excompañero en el equipo Honda Repsol, Alex Crivillé, entre otros.

"¿Qué haré a partir de ahora? He decidido que lo dejo hace poco y, la verdad es que no lo sé. Lo que más me gusta es ver que me voy y que no me da miedo irme", explicó el piloto español, quien todavía desconoce si seguirá cerca del motociclismo.